El teatro puro lo llama
“Decretar mi pasión y vocación, el descubrir que uno se confronta a conocerse no sólo como persona sino como ser humano”, es lo que comenta el joven actor lagunero Eduardo Treviño a Urbana al preguntarle qué lo motivó a iniciarse como actor. Lalo actualmente reside en la ciudad de México, donde se encuentra estudiando actuación en la Escuela Nacional de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) para seguir aprendiendo, creciendo y poner en alto el nombre de la Laguna en el ámbito teatral.
Su mundo: el escenario
“El escenario es el espacio de completa libertad”, dice Lalo, quien define al escenario como aquel lugar donde todo se convierte en una necesidad de expresar lo que muchos, por miedo, no se atreven a realizar. Comenzando en el grupo de teatro lagunero “Salvador Novo”, Eduardo decide emprender un viaje distinto en cada personaje que ha realizado, aprendiendo algo de cada uno y, al mismo tiempo, explotando lo mejor de su talento. Dentro de dicho grupo, Lalo aprendió la gran disciplina, entrega y constancia que se requiere en la profesión de la actuación, teniendo como mayor reto ser honesto consigo mismo dentro de un gran proceso de paciencia, confrontación y disposición. Otros actores tendrán como admiración posiblemente a otros iguales a ellos pero con mayor experiencia dentro del mundo de la actuación; Lalo admira a quienes han sido sus maestros, por la entrega, locura, generosidad y amor que han profesado a dicha vocación. “Espero algún día llegar a estar en escena con ellos o coincidir en un proyecto”, teniendo como mejor experiencia haber logrado realizar tantas cosas de manera profesional a pesar de las limitantes, “son unos guerrilleros y su mejor arma es su entusiasmo por seguir aprendiendo”.
En el año 2012 decide mudarse a la Ciudad de México para seguir el camino hacia su sueño, empezando por cursar el Diplomado del Centro de Estudios para el Uso de la Voz de la INBA, involucrándose también en proyectos como Golpes Rotos de Ignacio Flores de la Lama. Actualmente, lo que Lalo busca es simplemente alcanzar con éxito aquello que se plantea en el momento, para posteriormente dejar que llegue algo nuevo. Su carrera es primordial, algo que no lo ve como trabajo, sino como aquello donde se divierte, aprende, conoce y disfruta. Después de sesenta funciones, en septiembre terminó la temporada de “R-III Rizoma Shakespereano” en la cual Eduardo formó parte del elenco, “Me enseñó a encargar en cuerpo, mente y alma cualquier texto independientemente del rol que desempeñe el personaje”, comenta respecto a su personaje, “aprendí y comprobé que lo que se interpreta es la esencia y el espíritu del ser humano”. Eduardo busca retos, situaciones y personajes que lo hagan crecer y entrar en estados emocionales a los que no pertenezca para así, sorprenderse a sí mismo y al público de lo que es capaz de llegar a lograr. Es alguien que se encuentra orgulloso tanto de sí mismo como de todos los laguneros que radican en el DF creciendo como artistas y como personas, “pero más orgulloso de los que siguen manteniendo sus fuerzas en la región para que la cultura y las artes sean una alternativa en contra de la violencia que se vive”, finaliza el joven actor.