Los aficionados mexicanos que asistieron al juego del Tri en los Estados Unidos pronto perdieron el ánimo y cayeron en la desesperación tras la derrota.
Se extiende el tobogán sin fin del entrenador José Manuel de la Torre, al perder la Selección Mexicana por 1-2 ante su similar panameña, en su debut en la Copa Oro de la Concacaf, que otorga medio boleto a la Copa Confederaciones Rusia 2017.
José Manuel de la Torre se refugia en su banca con el rostro duro de siempre ante la derrota. En cuanto sale de ese sitio, una lluvia de insultos y proyectiles le da a entender la vergüenza de la afición a la Selección Nacional por caer 1-2 ante Panamá.
Tricolor hecho pedazos que no encuentra la forma de rehacerse. Una Selección mayor que en cualquiera de sus versiones, con los nombres que le integren, mantiene esa inercia que apunta hacia los fracasos y derrotas humillantes.
Fueron unos primeros 45 minutos de sufrimiento para el Tricolor, que se vio superado, errático en todas sus líneas, poco generador de buen futbol y, sobre todo, con desconfianza.
La caída en el debut de México en la Copa Oro tuvo la clemencia de los canaleros. Los panameños obtuvieron una victoria (la primera sobre el Tri en su historia) raquítica para lo que fue el partido.
Una zaga mexicana confundida, con errores pueriles que nunca encontró el rumbo para hacer la labor por la que está creada.
Joel Huiqui perdido y sin liderazgo. Jair Pereira permitía que la pelota botara en su área. Israel Jiménez era una autopista de libre tránsito, donde ni siquiera cobraba el derecho de pasar con una falta.
No quedaron más evidenciados los defensores tricolores, sólo por la mala puntería de los delanteros de Panamá. Aun así, les bastó para triunfar ante un Tri sin respuesta, carente de garra, y la creatividad, en el olvido.
Muy temprano, el desmoronamiento de la Selección Nacional se dio como una premonición de lo que sería el encuentro.
Una falta derivada de una mala marca por la banda izquierda; Raúl Jiménez, como delantero que no aprendió jamás el oficio de robar un balón sin falta, trompicó a Alberto Quintero en el área. Penalti.
Y luego, gol desde los 11 pasos de Gabriel Torres. Los verdes, abatidos desde el minuto seis de acción, sin encontrar consuelo ni la mínima sensación de recuperación.
Pero el futbol también ha basado su jerarquía como el deporte más popular del mundo en la injusticia. Panamá era mucho más, con el partido controlado e incluso tuvo para el 2-0 y también perdonó la goleada a su favor, apenas en 45 minutos.
Entonces, Israel Jiménez puso un trazo preciso, justo antes del descanso, para dejar solo a Marco Fabián. El talentoso del Guadalajara controló y empató el duelo.
Festejo inmerecido y hasta incrédulo, pero que demostraba el potencial de la Selección Mexicana.
Lejos de emprender la furiosa embestida para revertir el marcador. México volvió a la rutina en la que se encuentra entrampado. En el segundo tiempo, el Tri tuvo los mismos malestares que le achacan.
Esta vez, los canaleros hicieron lo suyo más rápido con un centro desde la izquierda y un remate excelso a primer poste con los tres dedos de Gabriel Torres: 2-1 que se mantuvo lapidario hasta el final.
Los brazos alzados de los centroamericanos creaban una herida punzante en los tricolores. Nada pasó a favor de México.
Después de la jornada inaugural de la competencia, el equipo mexicano es último del Grupo A, con cero puntos, al igual que Canadá, mientras Martinica es líder, seguido de Panamá, ambos con tres puntos, pero los caribeños sin gol en contra.
'Hay mucha desconfianza'
El creativo Marco Fabián sintetizó ayer la crisis que vive la Selección Mexicana de futbol, que perdió 1-2 ante Panamá en su debut en la Copa Oro de la Concacaf, al decir que "hay mucha desconfianza". "Empezamos con mucha desconfianza y esto no puede estar pasando, hay que juntarnos y platicarlo, y lo más importante es que veamos para adelante, esto no está perdido y esto no puede terminar así, esperemos que no vuelva a pasar", declaró el campeón olímpico.
Carlos Peña admitió que "seguimos fallando las opciones que generamos. Esta es otra selección, lo demás ya pasó, ahora estamos concentrados a lo nuestro y ahora a dar vuelta a la página".
Lo de "esta es otra selección", es en alusión a que este equipo que participa en la Copa Oro no es el mismo que ha competido en los juegos de clasificación mundialista y en la Copa Confederaciones de Brasil, la cual es la de los resultados negativos, pero ha "infectado" con esa inercia a este conjunto. "Desespera no tener tantas oportunidades de gol y no concretar las que se tiene. Hay que hacer conciencia de que no podemos dar un partido como el de hoy (ayer)", dijo Rafael Márquez.