Se retira el mejor cerrador en la historia de Grandes Ligas. (AP)
Emociones a flor de piel se vivieron el jueves por la noche en Yankee Stadium, Mariano Rivera dejó por última vez el diamante que prácticamente era su casa, vitoreado por la afición y homenajeado por sus compañeros.
En la novena entrada con dos outs en la pizarra y perdiendo por cuatro ante Tampa Bay, Andy Pettitte y Derek Jeter arrancaron su camino hacia el montículo, su misión era sacar por última vez a Mariano Rivera.
A medio camino Pettitte hace la señal para que venga el nuevo lanzador, Mariano lo sabe, su carrera como profesional en Yankee Stadium ha terminado.
Andy y Derek llegan al montículo, Rivera le entrega la pelota al primero y se funden en un abrazo, las emociones se desbordan, Mariano comprende el momento y comienza a llorar mientras Jeter también lo abraza.
La última caminata hacia el ‘dugout’ es realmente emotiva, “Apaga y Vámonos” se quita su gorra y agradece a la afición, segundos después finalmente es recibido por su entrenador Joe Girardi que también se encuentra notablemente emocionado.
Mariano es abrazado por todos sus compañeros, para después salir una vez más para despedirse y agradecer a la afición por la tremenda ovación.
El panameño debutó en 1995 con los ‘Bombarderos del Bronx’, el jueves por la noche se despidió de Yankee Stadium tras 18 años de jugar para el equipo de Nueva York, se marcha el mejor pitcher cerrador de la historia de Grandes Ligas.
