Después de la respuesta de la sociedad entera de La Laguna y el apoyo incondicional que le han dado a ELLA, tendríamos que reflexionar las causas que llevaron a que este Movimiento Histórico Nacional tuviera el éxito y la gran respuesta que ha tenido.
Yo primero analizaría qué hemos hecho las últimas generaciones que estamos sufriendo y viviendo esta debacle, porque La Laguna que heredamos no era ni con mucho en la que sobrevivimos ahora. Esta no es la tierra próspera que nos heredaron, ni las bellas, bien planeadas, ordenadas y tranquilas ciudades que construyeron nuestros antepasados recientes. ¿Qué pasó con estas últimas generaciones? ¿Dónde estuvo el problema?
¿Qué no estamos hechos de la misma genética? ¿Qué no nos dieron todas las herramientas para sucederlos honrosamente y continuar con su legado? Claro que sí y desgraciadamente ese fue el problema. Las últimas generaciones hemos tenido todo lo que les faltó a nuestros padres y no supimos cuidarlo, porque estábamos tan ocupados en disfrutar lo que no nos habíamos ganado, que ahora lo vemos perdido.
Y como muestra basta sólo un botón, en Torreón tenemos el mejor ejemplo; Hace apenas unos días lamentamos el fallecimiento del Sr. Don Braulio Fernández Aguirre, quien el Don lo tuvo bien merecido. Un hombre sencillo, elegante, simpático, caballeroso, distinguido y siempre de buen talante. Intachable ciudadano, excelente alcalde y gobernador, jamás señalado, gran agricultor y mejor ciudadano. ¿Y luego qué? ¿qué pasó con sus descendientes ?
Por lo menos, los dos que yo conozco que son Braulio y Héctor, nadie podrá decir lo mismo. El primero fue un alcalde gris y sin talento, distinguido eso sí por su torpeza en el manejo de la administración municipal de Torreón cuando desgraciadamente lo tuvimos de alcalde, y el segundo de diputado federal, que no sé qué hizo en su curul durante su gestión, pues en su primer entrevista como diputado electo, reconoció ser un ignorante y afirmó que ni siquiera sabía apagar una computadora, amén del resto de sus nefastos comentarios sin sentido alguno.
Pues cómo van a estar bien las cosas en La Laguna si con ese ejemplo de vida, ahora tenemos a dos ciudadanos que tuvieron la mesa servida y no han dado color en nada de lo que les fue heredado y para ser alguien en la sociedad tienen que usar los apellidos de su Padre, como si el de su madre la Sra. Doña Lucía Aguirre de Fernández Aguirre no tuviera ningún valor. Debo decir que precisamente ella fue uno de los pilares de ese gran Señor (Don Braulio), su queridísima esposa e inmejorable compañera, gran ciudadana y altruista mujer como el que más, siempre preocupada por los niños de los demás, quien siempre lo atendió y cuidó como un Duque y que desgraciadamente nunca lo volví a ver acompañado de sus dos hijos, y vaya que charlé con él en varias ocasiones en restaurantes o eventos de la Región Lagunera. Ahora seguramente estará al lado de su incondicional y fiel compañera……Vaya un gran reconocimiento para esos dos forjadores de La Laguna
Ahora, nuestro honorable senador de la República Braulio Fernández Jr., representante de los laguneros torreonenses, es tan brillante que ni siquiera apoya una demanda que reclama la sociedad entera y conste que es senador por representación de Mayoría Relativa, es decir, que perdiendo en las elecciones, lo hicieron senador de la República. Una especie en extinción en el Nuevo Estado de La Laguna. ¡No a los plurinominales!
