En estos tiempos difíciles, en la Comarca Lagunera se está presentando un fenómeno político-social interesante: el movimiento generalizado, que incluye a diferentes sectores de la región y que busca desligarse de cualquier partido político, denominado "ELLA", abreviaturas que refieren al "Estado de La Laguna".
Consultando en su portal -www.ella.org.mx-, leemos algunas frases contundentes:
"ELLA, es el sueño de nuestros hijos, de un lugar donde vivir en paz, donde estudiar, donde trabajar, donde tener amigos, donde encontrar el amor y formar una familia, donde ser feliz y disfrutar de la vida. ELLA es el derecho que tenemos todos los ciudadanos de nuestro país, de ser libres para decidir, de proponer mejores soluciones, de ser protagonistas de nuestra historia y dirigir nuestro futuro. ELLA es un ideal, un sentimiento que une a una comunidad entera, un grito de esperanza que busca despertar la grandeza de un gigante dormido, que es el espíritu lagunero. ELLA es el pueblo de la Comarca Lagunera, que durante cientos de años ha demostrado ser autosuficiente, emprendedor, trabajador, líder, digno de ser independiente. ELLA es el Estado de La Laguna, formado por 20 municipios unidos y enlazados por su historia, que nunca debieron separarse y que buscan reunirse una vez más".
Desde luego que esta no es una aspiración nueva, desde los años sesenta, siendo gobernador el Estado de Durango Enrique Dupré Ceniceros, se presentó un movimiento organizado cuyo propósito era crear El Estado de la Laguna, que fue rápidamente acallado. ¿La causa?: el sentimiento de abandono y hasta desentendimiento de los gobernantes, que desde las capitales de los estados de Durango y Coahuila, obtenían el mayor ingreso para las arcas estatales y sólo correspondían con una fracción mínima de retorno en obras.
A pesar de tener una división marcada arbitrariamente por el Río Nazas, La Laguna, es una entidad integrada por personas que tenemos la misma cultura, iguales intereses y una visión particular del esfuerzo y hasta sacrificio por hacer productiva y vivible nuestra tierra agreste, particularidades que resumen despectivamente algunos coestatales llamándonos "separatistas, presumidos, revoltosos y/o problemáticos".
La que fuera una de las regiones más productivas de México, ahora vive situaciones de extremas carencias: desde las graves deficiencias en calidad de vida social causadas por la inseguridad imperante, hasta la baja de oportunidades de empleo y falta de inversión para el desarrollo.
Los laguneros, vivimos un estado de graves urgencias, generadas por el desinterés de sus gobernantes, preocupados por atender y mejorar las capitales y secundariamente las regiones más pobres.
¿Las autoridades municipales?: incapaces de actuar y comprender la propia realidad.
Practican un "harakiri económico social" por la tradicional visión del corto plazo, calculando sortear el problema durante su administración.
Los municipios, anteriormente productivos, ahora padecen amenazas encabezadas por la grave inseguridad que ha paralizado buena parte de la industria; la insostenible falta de trabajos suficientemente remunerados; servicios públicos lastimosamente deteriorados, etc.
Lo más grave: el ataque a sus jóvenes, que dejan de tener interés por su región y aspiran a dejarla; con ellos invocamos el derecho fundamental de la libertad de ser y hacer.
El Barómetro de Opinión Pública México Avanza, publicó una encuesta que nos desconsuela a los laguneros: la mayoría de sus jóvenes, -el principal recurso de cualquier sociedad- desea abandonar la región para: ¡poder salir sin miedo!; encontrar trabajo digno y bien remunerado; buscar un mejor futuro para ellos y sus hijos; o emprender un negocio. Recuerde los pagos de "derechos de piso" que han ahogado los medianos y pequeñas comercios.
Quienes nos aferramos al terruño, lo hacemos por defender nuestro patrimonio o por no contar con recursos para poder abandonarlo. ¿No le parece triste?
La encuesta también despide un pequeño rayo de luz: la mayor parte de los emigrados afirma que, de encontrar condiciones suficientes para vivir en La Laguna, suspenderían sus preparativos de marcha o regresarían a la región.
Así, "ELLA", representa un esfuerzo extraordinario de los descendientes de aquellos que decidieron enfrentar y vencer al desierto, fenómeno que se reactivó ante la falta de respuesta de las autoridades insensibles, impotentes o refractarios a comprender las necesidades de la región.
La respuesta de los regionales es sorprendentemente generalizada, una clara advertencia sobre la necesidad de acción por parte de las autoridades, que al parecer padecen un fenómeno llamado "parálisis paradigmática".
La quiebra económica de los municipios al corto plazo es evidente, lo que representará un nuevo cargo a las arcas de los estados; en tanto, los laguneros sólo recibimos como respuesta a nuestras demandas el silencio o, para desgracia, nuevos mensajes demagógicos que no convencen y sí exasperan -aún más- a los comarcanos.
El movimiento "ELLA", más que representar un fenómeno social separatista, es integracionista, uniendo a todos los laguneros en propósitos lícitos: vivir mejor y en paz. ¿Le parece mucho pedir?
ydarwich@ual.mx