A la callada, la Ley de Egresos para el año próximo, cuyo supuesto equilibrio de partidas discute la Cámara de Diputados, le enmienda la plana a una medida del Gobierno foxista que en la práctica frenaba la investigación médica vía los Institutos Nacionales de Salud, con la consiguiente barrera a la posibilidad de integrar nuevos cuadros.
Estamos hablando de un programa lanzado en 2004 denominado "Medidas de racionalidad y austeridad en la administración pública federal", que en el papel permitiría ahorrar en gasto corriente para canalizar más recursos hacia los programas sociales.
En la práctica, sin embargo, ahorcaba la posibilidad de incrementos salariales de los investigadores de mayor nivel, cuyas aportaciones en la salud de suyo han sido poco reconocidas.
"Del tamaño del despropósito -escribimos en este espacio el 3 de agosto de 2012-, habla del que los mandos superiores perciban un sueldo base tabular de nivel menor al de los mandos inferiores. Un director general o un subdirector, pues, ganan menos que un jefe de departamento, afectándose la posibilidad de retiro digno".
De acuerdo con el nuevo marco, "los incrementos que en su caso se otorgaron a los servidores públicos de mandos medios o superiores se sujetarán a los recursos aprobados por las dependencias". Serán, pues, éstas quienes determinen los rangos salariales.
El escenario, que inhibió durante varios años la posibilidad de nuevas contrataciones, sobre todo para el flamante Instituto Nacional de Medicina Genómica o los prestigiados Institutos Nacional de Cardiología o el de Nutrición, había provocado un alerta por parte de organismos privados como la Fundación Nacional para la Salud.
Los llamados al presidente Felipe Calderón o en su caso al efímero secretario de Salud, Salomón Chertorivsky, sin embargo, se estrellaron con un muro de indiferencia, por más que el programa de la discordia, perdió la brújula a las semanas de haber nacido, como todas las acciones emprendidas por el presidente Fox… por más que se llevó de carambola a quienes creyeron en la buena intención.
De acuerdo al artículo 18 de la llamarada de petate, "las dependencias y entidades no autorizarán incrementos salariales en términos reales, es decir, descontada la inflación, para mandos medios y superiores ni para personal de enlace".
Burlada la disposición por la mayor parte del aparato público, ésta se mantuvo firme en los Institutos Nacionales de Salud, con cargo, decíamos, a enlaces con elevado rango de responsabilidad, subdirectores, directores de área, directores generales o investigadores de alto nivel.
El saldo, nueve años después, planteaba una disminución del poder adquisitivo de 12%.
Más aún, en el escenario de los esquemas utilizados por el gobierno para cubrir salarios de los servidores públicos se castigó el sueldo base tabular, pero se dejó libre el capítulo de compensaciones, en un escenario en que en el primer caso jamás se alcanza más allá de 10 salarios mínimos del Distrito Federal.
Y aunque podría pensarse que en la simulación gubernamental lo que no entra por un capítulo se compensa con el otro, el problema es que el sueldo tabular se utiliza como base de cálculo para las prestaciones de ley.
Dicho con todas sus letras, los mandos medios y los investigadores de alto nivel de los Institutos estaban condenados a una jubilación raquítica cortándose, en paralelo, la posibilidad de obtener un crédito medio del Fovissste o un préstamo considerable del ISSSTE.
En la paradoja, resultaba que los únicos con posibilidad de obtener un sueldo base superior a 10 salarios mínimos son los jefes de departamento, lo que necesariamente generaba roces en el manejo de los recursos humanos.
A quién le interesa ascender cuando nominalmente va a ganar menos.
Había, pues, un trato de segunda en organismos de primera, que en su currícula tienen las más espectaculares operaciones quirúrgicas del país y ubicando los descubrimientos científicos más notables, cuyo prestigio rebasa las fronteras. La injusticia se está cancelando… aunque faltaría ver si en la rebatiña presupuestal se reparten realmente las partidas con equidad y no con criterios políticos.
BALANCE GENERAL
En el insólito de la temporada, el Grupo Maseca está demandando al Banco Mercantil del Norte, Banorte, por un adeudo derivado de compromisos adquiridos por el fallecido presidente de una y otra firma, Roberto González Barrera.
La demanda, curiosamente, se planteó en tribunales de Estados Unidos.
El adeudo reclamado es de 1.8 millones de dólares que se le pagaron como indemnización a un asesor financiero del fallecido banquero. La firma fabricante de harina de maíz nixtamalizada le pidió a Banorte cubrir el pago en cantidades iguales, pese a que consideraba que 80% de éste correspondía al banco.
Firme en su negativa, Banorte se negó a someter el asunto a un arbitraje.
La cierto es que el asunto es uno más de los roces entre las empresas tras la muerte del fundador de ambas. La familia reclama mayor participación en Banorte.
GANÓ OHL Finalmente un tribunal poblano le otorgó un amparo a la filial en México de la empresa española OHL contra un ordenamiento del Gobierno estatal que le despojó de la concesión que había obtenido para construir un libramiento en la capital de la entidad federativa. Éste se publicó el 10 de mayo del año pasado.
La constructora encabezada por José Andrés de Oteyza calificó de arbitrario el acto, alegando que llevaba ya 650 millones invertidos en la obra.
OHL había logrado de un juez de primer instancia una suspensión del acto reclamado que fue ratificada por un Tribunal Colegiado hace unos días. El recurso lo planteó Arterias Concesionadas OHL.
FIBRAS DE MODA
Abierta la posibilidad de que las sociedades de inversión de las administradoras de fondos para el retiro inviertan en los fideicomisos de Inmuebles y Bienes Raíces conocidos como Fibras, su auge lo explica la cargada de éstas.
El 28.9% del total colocado en la Bolsa Mexicana de Valores lo arriesgaron las Siefores. La inversión ha sido de 12 mil 584 millones de pesos, de un total colocado de 43 mil 587.
Las apuestas se colocaron en Fibra Uno Administración; en Ascias de Retiro Prisma, conocido como Fibra Inn; en la administradora Fibra Shop y en Fibra Danhos. Las garantías son edificios, centros comerciales, naves industriales o espacios de oficinas.
¿TÚ TAMBIÉN?
A querer o no, la banca de desarrollo está resintiendo los efectos de la desaceleración económica provocada por el gobierno. Su cartera vencida creció 80.2% al tercer trimestre del año, pasando de tres mil 703 millones a seis mil 685.
Y conste que el crecimiento de la cartera de préstamos fue de solo 13%, al pasar de 429 mil 863 millones a 481 mil 322.
El banco más golpeado por la morosidad es el Bancomext, cuya cartera vencida pasó de 82 millones a 771.
