Foto: LA I
Aún cuando hace cuatro meses la Auditoría Superior del Estado realizó una auditoría al Fideicomiso de Seguridad Pública de Torreón, tras diversas irregularidades detectadas, hasta ahora no ha fincado responsabilidades.
Los renglones fiscalizados fueron el pago a talleres, de servicios automotrices no realizados en patrullas, sobreprecios en algunas adquisiciones de accesorios automotrices.
También se documentó la desaparición de calaveras, por lo menos 70 acumuladores y un lote de la misma cantidad de rines de unidades oficiales que estaban resguardadas en los patios de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
El resguardo era porque estaban descompuestas algunas por causas menores y mayores.
Pero fue en los patios de Seguridad Pública donde se les quitaron los accesorios mencionados.
La Contraloría Municipal, quien tiene conocimiento del caso, tampoco ha dado información respecto a los resultados de sus investigaciones, si es que las ha hecho.
Extraoficialmente, se sabe que para los primeros días de abril, la Secretaría de la Fiscalización del Estado de Coahuila solicitó la presencia de la Contraloría Municipal para notificar sobre las irregularidades y va a recomendar una investigación.
Desde el año pasado, el encargado de Control Vehicular de Seguridad Pública es Raúl Quintero y del mismo renglón, pero por parte del comité del Fideicomiso era Gabriela Reyna, la cual fue dada de baja de esta última dependencia.
Respecto a esta auditoría, Luis Morales Cortés, secretario técnico del Fideicomiso de Seguridad Pública, confirmó que la dependencia estatal "mantiene abierto aún el proceso de investigaciones, pero desconocemos en qué sentido y en qué nivel vayan los resultados''.
Hace poco más de seis meses que el Fideicomiso de Seguridad Pública de Torreón tuvo cambios de presidente y de secretario técnico. Adolfo Von Bertrab Saracho y Luis Morales quedaron en esos puestos, respectivamente.
Morales afirmó que "sólo reportamos la información solicitada por el órgano fiscalizador estatal".
