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En un mundo de start-ups

CIENCIA Y TECNOLOGÍA

En un mundo de start-ups

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Oscar Seoane Cereijo

Seguramente ya escuchó por ahí el término start-up. Lo que tal vez aún no sepa es que se utiliza para hablar de un tipo de empresas muy en boga, que tienen en común algunas características y en especial su fuerte vínculo con la tecnología.

Las start-ups o empresas de reciente creación han cobrado auge en los últimos años tanto en el ambiente de los negocios como en el informático. Anteriormente el término start-up se aplicaba para definir de manera generalizada a las nuevas compañías, si bien de un tiempo a la fecha se ha centrado mayormente en firmas supeditadas específicamente al ámbito tecnológico.

Y es que las start-ups engloban un modelo de negocio basado en un funcionamiento limitado. Es decir, no cualquier consorcio recién fundado puede considerarse dentro de esta categoría, sólo los que cumplen con una serie de requisitos específicos.

Si usted ha pensado alguna vez en establecerse profesionalmente por su cuenta o es asiduo a la literatura empresarial, probablemente esté familiarizado con terminologías del tipo MVP (Minimum Viable Product), Flintstoning, Marketing, Choosing Behaviours o Landing Page. Si por el contrario nunca ha oído hablar de estos conceptos, no se preocupe, trataremos de explicarle de forma sencilla en qué consiste una start-up y cómo funciona. Y si se pregunta para qué le puede servir esta información, piense que un poco de cultura general nunca viene mal y, quién sabe, a lo mejor hasta se anime a investigar un poco más al respecto y decide dar el primer paso para convertirse en el próximo Bill Gates.

CREATIVIDAD + TECNOLOGÍA

A pesar de que existen diferentes definiciones para describir a las start-ups, todas coinciden en que son tipos de negocio con limitantes en su funcionamiento, con un alto perfil de riesgo/recompensa y con productos que les proporcionan una gran perspectiva de crecimiento a corto plazo.

Estas compañías tienen una amplia capacidad de cambio y disponen de ‘mercancías’ con una buena demanda, orientadas completamente al cliente. Inician con costos mínimos pero obtienen muy buenos beneficios en plazos relativamente cortos. Y muy en especial: aprovechan los medios tecnológicos a su alcance para llegar a los consumidores finales, de hecho Internet es la vía principal para la consecución de sus objetivos (aunque no la única).

Por lo tanto, si usted posee un capital restringido, poco tiempo disponible y un producto atractivo, puede decirse que tiene con qué iniciar su propia start-up... Sin embargo, hace falta más. Pongamos un ejemplo: si usted o su pareja se distinguen por su excelente sazón con los huevos fritos al punto de que éstos son reconocidos en toda la ciudad, y deciden venderlos a diario como almuerzo, no se equivoque, eso no sería una start-up puesto que comer huevos fritos no cubre una necesidad específica en el mercado y difícilmente podrá obtener un crecimiento escalable a corto plazo vendiendo exclusivamente el mencionado platillo. Hoy numerosas personas podrán almorzarlo, pero mañana probablemente querrán degustar cereal, chilaquiles o tacos. Además la ausencia de tecnología en su empresa impedirá que pase a englobar las filas de las start-ups como se entienden en el presente.

Y entonces ¿qué sí es una start-up? Según un artículo de la revista Forbes publicado en agosto del año pasado, la lista de las start-ups más visionarias de la actualidad se encuentra encabezada por Instagram, aplicación de filtros para fotografías; 2Tor, sitio asociado a universidades para cursar programas en línea; Global Giving, web que se dedica a recaudar fondos encauzados a proyectos humanitarios; Pinterest, red social donde se comparten imágenes; y Airbnb, página para alquiler de habitaciones e inmuebles en todo el orbe.

FUE, PERO YA NO

Es interesante aclarar cuándo una firma de estas características deja de serlo y pasa a encuadrarse dentro de otro modelo de negocio. Según diferentes especialistas en la materia, una start-up ya no lo es cuando se vuelve muy rentable, cotiza en bolsa o es adquirida y se integra a otra compañía mayor. También hay expertos que excluyen de la categoría start-up a las empresas que demandan jornadas de trabajo completas, pasan de los dos años de vida o cuyos productos ya son comercializados por la competencia (perdiendo de este modo la categoría de exclusividad e innovación).

Es por todo lo anterior que no es posible hablar de las start-ups bajo definiciones certeras, responden más bien a conceptos variables de un especialista a otro.

Hay gente que puede considerar a Facebook, Google, Twitter, Yahoo, como start-ups, aunque en realidad ya dejaron de serlo hace tiempo, si tomamos en cuenta que algunas de estas afamadas webs cotizan en la bolsa, todas tienen más de dos años de vida, ofrecen productos de alta demanda y han experimentado un crecimiento desmesurado en cortos periodos de tiempo; y simultáneamente tenemos que sus empleados trabajan la jornada completa, sus fundadores pueden no estar en la oficina por varios días y la corporación sigue funcionando sin que se note esa ausencia.

IDEAS MULTIPLICADAS

Los pilares de una start-up son la tecnología, el management y el capital. El riesgo también es una pieza importante en este tipo de negocios; no quiere decir que el emprendedor encare peligros como tales, sino que en la mayoría de las ocasiones los constantes cambios y las nuevas adaptaciones permanecen latentes, pero usualmente (por el tipo de productos que se ofrecen) al final son los clientes quienes realmente asumen y pagan esos riesgos.

Al inicio de este artículo citábamos ciertas terminologías del contexto empresarial; son conceptos perfectamente aplicables al modelo que utilizan las start-ups. No resulta esencial explicar detalladamente qué es cada cosa y por qué cualquier start-up debería contemplar todos esos aspectos, sin embargo debe entenderse que como compañía tiene que seguir un modelo si pretende consolidarse y obtener los rendimientos esperados. Por lo tanto, una correcta evaluación de sus productos (MVP) siempre será necesaria, el marketing es fundamental como parte de cualquier proceso empresarial, así como otros factores. No olvidemos que Apple nació en un garaje, pero para llegar a ser lo que hoy conocemos, se tuvieron que dar una serie de sucesos que propiciaron su crecimiento y expansión. ¿Fue Apple una start-up? Sin duda, a pesar de la ausencia de Internet en su momento. ¿Es Apple a este día una start-up? Rotundamente no.

Para finalizar y resumir, vale la pena recordar que la voz start-up significa ‘iniciar’. De modo general, cualquier firma que comienza, lo hace basada en una idea que hay que elaborar. Un negocio de comida casera, digamos el de los huevos fritos, podría ser considerado una start-up si nos apegáramos estrictamente al significado de la traducción de la palabra del inglés al castellano, pero en términos específicos no podríamos consignarlo de esa manera, como ya se ha explicado.

Hoy en día hay un marcado interés por promover la creación de más corporaciones que se amolden a este formato. Tan es así que a lo largo del mundo (México incluido) se organizan ferias en las cuales se concursa por financiamientos tanto gubernamentales como de la iniciativa privada, a fin de concretar el arranque de una prometedora start-up.

Correo-e: oscar.seoane@msn.com

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