(EL UNIVERSAL )
La oscuridad cubrió al Foro Sol en su perfecta dimensión. A las casi 21:30 horas del sábado, desde el más allá comenzó a escucharse la demoniaca voz de Ozzy Osbourne. Poco a poco, cada uno de los integrantes de Black Sabbath tomó posesión del escenario bajo los acordes de War Pigs. Por vez primera, la legendaria agrupación británica, causante de que el "Heavy Music" exista, llegaba a México con su vocalista original.
Cerca de 60 mil personas acudieron a la cita con su maligna majestad. Niños, jóvenes, no tan jóvenes, hombres, mujeres, todos compartieron una noche irrepetible. "El Príncipe de las Tinieblas" estuvo al frente del ritual que siguió con temas clásicos como Into the Voivod o Snowblind, en el cual Ozzy acompañó su presentación con la palabra "cocaína". Siguió el turno a Age of Reason, una canción de su más reciente material, 13, del cual se tocaron solo tres cortes. En su sexta oportunidad, el escenario quedó en penumbras, apenas adornado con un par de demonios rojos y el nombre del siguiente tema (el mismo que el de la banda): Black Sabbath.
El suelo se cimbró con lo siguiente, clásicos como Behind the Wall of Sleep y N.I.B. Siguió otro tema del nuevo material, End of the Begininng, y luego Fairies Wear Boots y Rat Salad, el cual incluyó un impresionante solo de su reciente adquisición en la batería, Tommy Cufletos, relevo del original Bill Ward. Clufetos conquistó a los presentes con una velocidad y precisión indescifrable. Sin tiempo para la paz, Iron Man puso a todos a corear al unísono. Luego vinieron God is Dead?, última del 13, y Dirty Women, que acompañaron con una presentación en las pantallas de mujeres que se despojaban con singular alegría de la parte de arriba de su ropa.
Para terminar la velada de locura, Children of the Grave hizo retumbar el lugar. Tras una breve pausa, Osbourne volvió con desenfreno para intepretar Paranoid.
Sin necesidad de pirotecnia o demasiados artilugios tecnológicos, Sabbath puso a temblar a la Ciudad de México en una escala cuyos decibeles rebasaron cualquier tipo de medición lógica. Geezer Butler en el bajo, Tony Iommi como un guitarrista endemoniado y el complemento perfecto de Cufletos en la batería, sumados a la presencia del eterno Ozzy Osbourne, hicieron de las suyas: en menos de dos horas conquistaron México.
Antes, Megadeth se había encargado de encender los motores con algunos clásicos como Hangar 18, Peace Sells, In my Darkest Hour y Symphony of Destruction, pero fue Black Sabbath el invitado esperado desde hace años, quien guió oscura celebración.
Setlist
El repertorio que presentó Black Sabbath:
* War Pigs.
* Into the Void.
* Under the Sun/Every Day Comes and Goes.
* Snowblind.
* Age of Reason.
* Black Sabbath.
* N.I.B.
* End of the Beginning.
* Fairies Wear Boots.
* Rat Salad (con solo de batería).
* Iron Man.
* God is Dead?.
* Dirty Women.
* Children of the Grave.
* Encore: Paranoid.