La Revolución Mexicana que con tanto bombo y platillo festejamos cada año desde hace más de 90, comenzó con la afirmación de Madero de: "Sufragio efectivo no-re elección" después de 33 años de gobierno de don Porfirio Díaz, lo cual ha resultado ser un freno para todo aquel que quisiera perpetuarse en el poder; aunque ha habido sus intentos, gracias a Dios, sin llegar a mayores; como lo fue en caso de Obregón.
Lo que ha sido bueno para la nación no veo por qué no haya de ser bueno para otro tipo de instituciones sociales, como los sindicatos, donde los puestos directivos traen consigo amplias cuotas de poder y económicas, que es difícil de obtener en las labores que como trabajador se obtienen. Cuando las personas se apropian de los puestos, parece hacerlos de su posesión particular y dejan de cumplir con los objetivos para lo que fueron creados y se aprovechan de ellos para su beneficio personal, olvidándose que los compañeros brindaron su apoyo, no para que nadie en particular se enriqueciera, o enloqueciera, pensándo estar más allá de la ley, o del bien y del mal, llegando a heredar el puesto a sus familiares como si se tratara de un título nobiliario, y los ciudadanos comunes y corrientes, o los miembros que conforman un sindicato, tuvieran que permanecer callados porque todo mundo pareciera estar de acuerdo en que los pocos acumularan poder y riquezas y los muchos tuviesen que conformarse con las migajas que cayesen de la mesa, y para colmo, dar las gracias.
Yo no concibo cómo el grueso de las personas que conforman un sindicato pueden quedarse calladas observando tales inconcebibles desaguisados. Esto sería desconocer la historia de los movimientos sindicales permitiendo la traición a los mismos; ya que, si no me equivoco, los dichos tuvieron su origen cuando los trabajadores de cualquier tipo dejaron de permitir que un tercero explotara su trabajo. ¿Qué diferencia existe en que un patrón explote, a que un líder sindical lo haga? La explotación es la misma. Quizá si lo pensamos un poco, el patrón en un momento dado invirtió un capital para fundar una fuente de trabajo, pero el líder sindical, ¿cuándo ha invertido para crear ninguna? Por el contrario, alguno de ellos parecen ordeñar la situación en la que están sin importar mucho las condiciones laborales en que sus compañeros se encuentran.
Dice el dicho: "La culpa no la tiene el indio sino quien lo hace compadre". El líder se aprovecha de una situación sin que nadie le diga nada, porque el trabajador común y corriente se siente con la impotencia de poder decir algo, ya que está solo. Con el transcurso del tiempo, se va uno acomodando a como las cosas son, perdiéndose toda dignidad al permitir que un principio que todo mundo alaba como la no-reelección, no se aplica en la institución que más directamente nos afecta.
Desgraciadamente, el poder y el dinero que se obtiene sirven para corromper lo que toca y a quien lo ostenta; y de paso se corrompe todo el cuerpo social. ¿Cuántos miembros de los sindicatos han ocupados los curules en el legislativo?; ¿cuantos más han usado de trampolín estas instituciones para colocarse como presidentes municipales o como gobernadores? ¿Por qué no han usado ese poder y ese dinero en beneficio de quienes los han apoyado para llegar a donde están?, ¿por qué no han traducido nuestras leyes en el bienestar de una mejor democracia sindical; en un mejor programa de servicio a los trabajadores, como lo es el Seguro Social, donde te traten humanamente y no te tengas que levantar a las tres de la mañana para conseguir una cita; donde puedas acceder a una buena jubilación donde por lo menos puedas seguir viviendo en el mismo nivel en el que siempre has vivido? Les ha importado más su bienestar que el de sus representados. En México se ha llegado a los excesos porque así lo han permitido las bases.
Sufragio efectivo y no-reelección sería una buena medicina que los sindicatos de todo tipo necesitan recetarse para recuperar la dignidad del trabajador. Hay que acabar con las dictaduras de todo tipo para ir viviendo en libertad.
