Nosotros, gente naca, no podemos entender las urgencias que los nobles tienen. Ya lo ven, en España el consorte de la princesa mayor, con sus negocios utilizando las influencias de la monarquía, tráfico de influencias, le dicen y ¿por qué no provecharse de la situación para hacer que abunden los euros en los bolsillos de los privilegiados? En México, cualquier hija de tinterillo se cree de sangre de pluma fuente y hace cerrar negocios nomás porque dicen que no le atienden bien. (En la foto aparece con audífonos en ambas orejas, lo cual demuestra la habilidad mental de la lady, y su fisonomía no me remite a otra cosa que a nada. Posiblemente de eso tenga lleno su cerebrito, de nada, pero bueno qué le vamos a hacer, es nuestra nobleza y como que ellos comen aparte, por eso debieran de poner sus comederos aparte y no ir a comer al lado de la gente naca.)
El esfuerzo de una persona que se levanta a trabajar todos los días se quiere poner en riesgo por una junior tonta que lo único que ha ganado es que todo mundo le esté pidiendo la renuncia a su padre, pero ya en el acto, con dignidad; si la tuviera. Hasta ahorita no ha renunciado, escribo esto en martes, espero que para el lunes ya esté aceptada su renuncia.
No sabemos el ridículum de la lady, lady, lady. ¿Qué ha hecho de su vida además de ser la niña de papi? ¿Grado de estudios?, ¿trabajo? ¿Qué logró como para sentirse tan soñada, siendo tan bruta? Insisto, el padre le debería de agradecer que ahora le estemos pidiendo su renuncia. Pero se creen ustedes, con la dignidad no se come y con el puesto sí, aunque se quede México sin comer y de aquí me ligo con lo del pacto.
Los políticos andan con que si pactan o no pactan y ahora el pretexto son los programas sociales que si se usan o no se usan a favor de un partido o del otro. Se supone que los programas sociales están hechos para ayudar a las personas con escasos recursos; pero en tiempos políticos eso sirve para conseguir votos, con lo cual, se subraya una vez más, que el hambre de los pueblos es un buen pretexto para atiborrar a la gente con la demagogia barata que a nadie le da de comer. Pero nuestros políticos no pueden hacer nada si no sacan la tajada del pastel y así es que, como si no tuviéramos suficientes problemas, no pactan para que las cosas queden en vilo y poder utilizarlo de demagogia, echándole la culpa al otro, o utilizando las fallas del sistema para su beneficio personal. Lo que menos les ha de preocupar es el hambre de los más necesitados que dependen para sobrevivir de los programas sociales.
Una persona de éstas que gana más de cincuenta mil pesos al mes (eso los achiachincles de tercer nivel) qué le va a preocupar que los niños pobres (que usan para besar siempre que estén bañaditos y nomás para sacarse la foto) ni tenga leche para beber, bolillo para mitigar su hambre, o una garra para vestir. Tienen que pactar, políticamente pactar, para hacerse las víctimas. Juntas con un buen Coñac y un puro fino y un traje de diseñador (no se los vaya a llenar de mocos un niño del pueblo, de esos que dicen representar), para pactar en como manejar los programas sociales sin que aparezca el nombre de nadie sin que sobresalga nadie para decidir no hacer nada para que se acaben de morir de hambre; pero luego si se mueren, no hay pobres y no hay hambre de los otros para que se pueda pactar. ¿No es una porquería? Tiene que haber alguien muriéndose de hambre para que el pacto funcione.
Y el líder sindical y de barriada que junta dos o tres o cuatro señoras que no producen, para allegarse a las calles de la ciudad y protestar para que les hagan caso o ejercer poder o engañar mostrando que pueden arriar gente. Así se puede vivir y hasta al rato se funda un partido pequeño, con lo mínimo indispensable para recibir el dinero del estado que le ayude con los gastos corrientes, y algo más para regalar la varilla y el cemento que nuestros impuestos pagan. Y luego alguno que otro líder se va a las buenas tiendas a comprarse muchísimos zapatos para poder estar en representatividad del hambre de los pueblos, o se pone a regalar carrazos.
Pos sí, ya estamos acostumbrados. Qué va a entender la gente naca de los beneficios que obtenemos de tanto zángano que cobra caro y que no ha podido resolver los problemas nacionales; pero cómo han hecho florecer fortunas millonarias estos que de repente invierten y son capaces de dividir su tiempo entre el bien del país y sus negocios.
¿Tenemos el gobierno que nos merecemos? Sí, por quedarnos callados. En el facebook debería de haber cien millones de entradas a la renuncia inmediata del papi de "Lady Profeco"; y otras tantas para que por lo menos la basura que dice representarnos se paguen la mitad de lo que se pagan y así bajen nuestros impuestos. Y no se gaste inútilmente en las campañas políticas.
