Descontrol. Los vendedores de los tianguis en la ciudad ocupan cada vez más calles, banquetas y áreas públicas.
La falta de control en el comercio informal de Torreón genera cada vez más diferencias entre algunos vendedores ambulantes, sin reglamentación alguna pueden decidir moverse a tianguis, parques o quedarse en sitios prohibidos.
Pocos son los que se encuentran reglamentados y ubicados por el municipio dentro de un espacio legal, tal es el caso de Carlos Eduardo Hernández, joven vendedor de artículos para celulares en los locales metálicos de la calle Valdés Carrillo y avenida Hidalgo
"Está regular la venta, mucha gente nada más viene a ver y no compra... Nos pusieron a nosotros aquí, pero hay muchos (comerciantes) que se ponen donde quieren, nadie los multa. No se me hace justo", dijo Eduardo.
Este vendedor fue parte de los comerciantes ambulantes que se reubicaron durante la administración municipal anterior, hoy están dentro de sus módulos metálicos y observando a nuevos vendedores a lo largo de las calles del Centro.
"Nos dijeron que era para que ya no estuvieramos ocupando la calle, pero ahorita está peor... cada vez más llenas de vendedores", afirma el joven comerciante.
PROBLEMA EN CRECIMIENTO
Actualmente la ciudad tiene más de mil 700 vendedores ambulantes en toda la ciudad, incluso fuera de hospitales y centros educativos.
En ninguno de los casos se cuenta con permisos municipales, pues casi todos fueron otorgados por gobiernos anteriores, lo que también ocasiona que las actuales autoridades no puedan retirarlos o reubicarlos.
"No pueden quitarnos, nosotros tenemos el permiso desde hace diez años y estamos en regla… sí me han dicho que me vaya a otro lado, pero mientras yo trabaje aquí no me tengo que mover", dijo César Martínez, quien cuenta con un puesto de alimentos sobre la avenida Hidalgo.
A la par de la invasión de calles, áreas prohibidas y espacios públicos se encuentra el fenómeno de los tianguis, una situación que ya se manifiesta en cerca de 30 sitios alrededor de la ciudad y que tiene a unas mil 800 personas trabajando fuera de la ley.
'NO ES JUSTO'
Comerciantes regulados como Carlos Eduardo Hernández considera que esta situación genera una clara desventaja, pues mientras a ellos se les aplican cuotas regulares a los otros se les permite hacer "lo que quieran".
"Pueden trabajar en uno, en dos o en cinco tianguis, no te dicen nada. Mientras pagues el derecho de espacio que ellos tienen te puedes mover a donde quieras, por eso el gobierno no puede hacer nada".
Las molestias de los vecinos, el impacto vial por el cierre de calles y hasta la generación de basura no son suficientes para que se evite la instalación de los ambulantes alrededor de la ciudad.
Mientras las autoridades generan alguna posible solución, los comerciantes establecidos y regulados deberán esperar desde sus espacios una competencia "menos injusta".