Siempre se ha considerado que el otorgamiento del Premio Nobel de le Paz, a Barack Obama, fue precipitado, porque se lo otorgaron al inicio de su mandato, cuando todavía no se sabía cómo iba reaccionar respecto del uso de las armas bélicas.
Y la prueba está ahora que, con una facilidad asombrosa y sin mayores elementos, ha tomado de determinación de atacar a Siria, basado sólo en presunciones.
La guerra, es una de las cosas más dolorosas para cualquier pueblo. Los clásicos solían decir que: "no hay nada más costoso para un pueblo que las contribuciones en sangre o en dinero".
Y a los estadounidenses se les hace fácil que su país vaya a la guerra, porque en realidad nunca han tenido una en su territorio. Lo del ataque a las Torres Gemelas, no fue una guerra, fue un atentado terrorista, pero ellos no tienen ni idea de lo que es sufrir los estragos de una guerra.
Extraña que Francia, que sí sabe de esas consecuencias, esté dispuesta a marchar a la guerra, porque ellos sufrieron mucho en la Segunda Guerra e incluso llegaron a las lágrimas, cuando los alemanes tomaron el corazón de Francia: París.
Pero los gringos no tienen ni idea de esos sufrimientos y sólo saben que las guerras reactivan su economía. Ellos hacen la guerra para producir dólares.
Hasta Inglaterra, la pérfida Albeon, les dijo que no los acompañaría en esa aventura y aún así, quieren atacar Siria.
Dentro de los principios fundamentales del Derecho Internacional, está el de la libre determinación de los pueblos; de ahí que nadie deba meterse en un conflicto interno.
Bien lo dijo el gobierno mexicano: sólo hay dos casos en que se justifica el uso de la armas: cuando es como autodefensa y cuando lo autoriza la ONU, pero no se está en ninguno de los dos casos.
Pero Estados Unidos son muy dados a ir a la guerra aun sin la autorización de la ONU, como lo hicieron en la segunda contra Irak.
El hombre, como decía Tomás Hobbes, sigue siendo "El lobo del hombre". Somos capaces de matarnos entre nosotros, pero decimos enternecernos ante la masacre de focas en Canadá.
Defendemos a las ballenas, pero no reaccionamos igual frente a los señores de la guerra. Somos los únicos depredadores que matamos por placer o venganza.
Estados Unidos no tiene derecho a meterse en Siria, ni a desatar una guerra civil en ese país, so pretexto de defender al mundo.
Algo más deben estar buscando en esos territorios, aunque no sea petróleo. Pero seguramente hay otro tipo de riquezas.
Lo que es inconcebible es que un Nobel de la Paz, tome ese tipo de determinaciones.
Desde que cayó el muro de Berlín y se desmembró la Unión Soviética. Los Estados Unidos se quedaron como los poderosos del mundo y son ellos los que determinan qué está bien y qué mal en los países del orbe.
La ONU cada vez más va perdiendo autoridad y se muestra incapaz de solucionar los problemas que se presentan entre estados. Y menos cuando se ve involucrado en ellos los Estados Unidos, que son los que prácticamente mantienen la Organización.
Así, mientras Obama busca el apoyo del G-20, para atacar Siria, Moscú le manda el mensaje de que si ataca, ellos apoyarán a Siria.
Pero ya no son los tiempos aquéllos del "equilibrio del terror", en donde ambas naciones sabían del poderío del otro. Hoy Rusia ya no cuenta con la fuerza necesaria como para intimidar a los gringos y ellos sí traen con qué acabar con sus eternos enemigos.
Estoy consciente de que hay opiniones en contrario, es decir, que estiman que alguien (Estados Unidos) debe hacer algo para defender a la población Siria y más si usaron armas químicas. Pero creo que conforme a los principios y tratados internacionales, los gringos no se deben meter en el conflicto.
Decía Montesquieu que una nación poderosa se destruye desde dentro, así que nadie va a venir a acabar con los Estados Unidos, pero solos se irán carcomiendo en sus entrañas, merced a la degeneración y el vicio.
La postura del gobierno mexicano, debe ser la neutralidad y el respeto a la soberanía y la libre determinación y ni siquiera apoyarlos con una declaración a favor de lo que quieren hacer, sobre ese conflicto.
Aunque Obama diga que: "Fui elegido para terminar guerras, no para empezarlas", lo cierto es que puede desatar una guerra sangrienta en Medio Oriente, a partir de Siria.
Y desde luego que los grandes capitales norteamericanos están a favor de la guerra, para hacer negocio, que es lo único que les interesa, por eso tantos republicanos están a favor de ella.
Lo cierto es que la guerra no se justifica desde ningún punto de vista, salvo en la legítima defensa; pero pocos estados la entienden así, a pesar de la prohibición que existe para su uso en tratados internacionales.
Dios nos agarre confesados, si a partir de ese conflicto se cumplen las profecías de Nostradamus, porque él predice que la tercera gran guerra, vendrá de Medio Oriente.
Por lo demás: "Hasta que nos volvamos a encontrar que Dios te guarde en la palma de Su mano".