Este es un tema de años. La zona industrial de Gómez Palacio tiene fábricas que desechan aguas con alto nivel de contaminación luego de completar sus procesos. Esta agua peligrosa debiera, en teoría, ser tratada por la planta de aguas residuales del propio municipio de Gómez Palacio, específicamente de la planta construida exprofeso en esa área de trabajo.
Esta planta tratadora fue inaugurada en tiempos del presidente Felipe Calderón, pero como ya es costumbre, la misma nunca entró en plena operación. La edificación de la misma fue precisamente para detener el flujo que se arrojaba en el lecho seco del Nazas, justo a espaldas de lo que hoy es la Universidad Autónoma del Noreste y también a espaldas del fraccionamiento residencial de Las Villas. El Tec Milenio, el colegio Mozet y fraccionamientos como La Muralla son también lugares que colindan a la orilla del río donde yacen estas lagunas de aguas contaminadas.
Del lindero de Durango, la situación es un poco distinta ya que es sólo la última parte del parque industrial -la cuarta de hecho- la que está situada en la orilla de los venenosos depósitos de agua.
Eduardo Blanco Contreras, titular de Medio Ambiente, declaró al ser entrevistado al respecto que ciertamente este ha sido un problema de mucho tiempo, pero que el asunto ha empeorado porque de ser aguas solamente azulosas provenientes de lavanderías industriales que trabajan con mezclilla, ya se está acarreando otro tipo de desperdicios que contienen otros contaminantes.
Abundó Blanco que se han iniciado trabajos de inspección y que se habrá de tomar muestras, porque existen indicios de que también la planta tratadora de Gómez Palacio en cuestión está derivando sus excedentes, ya que aparentemente se están encontrando coliformes. Esto quiere decir que agua del vil drenaje está siendo lanzada también al lecho seco. Es decir, la planta tratadora ni siquiera es capaz de reciclar lo más simple para lo que había sido creada.
En el mismo tenor de sus declaraciones, Eduardo Blanco dijo que han sido varias quejas de los problemas de contaminación que está sufriendo el acuífero por este vertedero de aguas negras, por lo que señaló que ha preparado un oficio que será enviado a la Comisión Nacional del Agua, así como a las delegaciones de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, tanto de Coahuila como de Durango para que intervengan en el problema. Igualmente expresó el señor Blanco que apercibirá a las autoridades de Gómez Palacio para que intervengan ante el delito flagrante que significan estas descargas de aguas residuales.
La realidad lisa y llana es que ese vertedero de desechos industriales tiene años operando en grave perjuicio del medio ambiente, particularmente del lecho seco del Nazas que es un camino directo para que esos residuos industriales, y ahora también del drenaje común, se filtren al subsuelo y contaminen los mantos freáticos de donde se extrae el agua que los ciudadanos utilizamos para el uso cotidiano doméstico.
Somos la sociedad de cortísima memoria. Esas lagunas de veneno ya habían sido muchas veces denunciadas, pero las avenidas extraordinarias del Nazas de 2008 y 2010 arrastraron en su paso a los depósitos ponzoñosos y eso dio un espacio para que nadie volteara a mirar la mierda que tenemos que soportar y que simplemente se hace presente por los olores nauseabundos que despiden, y entonces los vecinos tienen que padecerlos.
La inseguridad, los balazos, las muertes violentas, la crisis redundante, la sequía histórica de 2011, la deuda de Coahuila, la administración de Olmos han sido los temas que han dominado la agenda pública, mientras el abyecto vertido continúa sobre el río.
Surgirá de nuevo información la respecto, nuevamente saldrá a la luz pública que la planta de tratamiento no funciona y tal vez salgan a relucir los nombres de los responsables. El alcalde gomezpalatino José Miguel Campillo tendrá que poner atención y recursos para enmendar este gran problema, a menos que prefiera nadar de muertito y contribuir pasivamente al envenenamiento que se está viviendo en el Nazas.