Aseguran las autoridades electorales
administrativas y jurisdiccionales,
que habrá limpieza y transparencia;
que éste será un ejemplo de decencia.
Por televisiva y radiofónica publicidad
con insistencia se informa a la sociedad:
El Tribunal dice que garantiza la decisión
que en las urnas tome la ciudadanía,
y el Instituto que respetará el voto;
lo cual es bueno, pues la participación
mayoritaria que tenga la población
será más amplia, si en verdad confía
y su derecho político no lo ve roto.
La gente quiere un proceso limpio y claro
paraque no haya conflictos posteriores;
que sea legal y legítima la elección.
Sin sospechas y que no haya nada “raro”,
por eso, decimos, que sean los mejores
el objetivo eleccionario de nuestra decisión.
Lo cierto es que el pueblo no soportaría
un amañado y sospechoso proceso,
ymenos todavía, un fraude electoral,
pues si tal cosa fuera, ya no votaría
por ediles y diputados al Congreso
ni por otro cargo de elección popular
y triunfaría la abstención, ¡eso sin dudar!
¡Tienen la palabra el Instituto y el Tribunal!