Christian Giménez dijo sentirse un privilegiado de disputar la final.
"Es ahora o nunca". Porque disputar una final contra el odiado rival, y ganarla, es una oportunidad que no se puede desperdiciar.
"Es ahora o nunca", afirma Christian "Chaco" Giménez, quien sabe de clásicos, quien vistió la camiseta del América, pero que se ha vuelto un símbolo de Cruz Azul.
- ¿Hay odio contra el América? -se le pregunta al argentino.
"¿Odio?... No, esa palabra no puede existir en el futbol. Pero sí lo acepto, hay una gran rivalidad y se da en el partido más importante".
"Chaco" ha hecho su tarea, sabe de la historia cementera, "es la tercera vez que se da este partido en una final. A veces los futbolistas no sabemos dónde estamos parados, qué es lo que vivimos. Somos privilegiados al estar en este tipo de partidos, en este momento tan especial".
Giménez jugó dos torneos para las Águilas, y no logró destacar como él hubiera querido.
"Pero sí gané algo. Salí campeón en el 2005, en la Concacaf. Disfruté estar ahí, en el futbol se disfruta todo, lo único que no fue cuando descendí con Colón de Santa Fe (en su natal Argentina). Si no jugué mucho en América, fue por mí, no hubo factores extraños. No acuso a nadie".
EL PRESENTE
Mas "Chaco" da un salto hacia el presente, un presente en donde Christian Benítez delantero del América y él, son señalados como los jugadores importantes de los clubes finalistas. "Benítez es de los mejores extranjeros que hay en México, pero no sólo depende de él. Antes de que nos anotara tres goles en el Azteca (jornada 9), la gente no lo quería".
Y Giménez, no rehuye de su responsabilidad. "Sé que soy un jugador importante para mi club, pero no soy todo el equipo. Los únicos que cambian un partido solos son Cristiano (Ronaldo) y (Lionel) Messi".