El estudio, que pone en duda las prácticas establecidas, concluyó que la corrupción existe en si misma, independientemente de factores como el orden constitucional, los procedimientos judiciales o electorales. (ARCHIVO)
Importando poco el entorno institucional, la percepción y la actitud ante la corrupción se transmite de generación en generación. Tal es la conclusión de un peculiar estudio.
Fue Alberto Simpser, profesor de ciencia política de la Universidad de Chicago quien encabezó la investigación, la cual consistió en pruebas aplicadas a mil 936 personas que residen en Estados Unidos pero que algunas son inmigrantes de al menos segunda generación.
A cada participante se le realizaron preguntas sobre su percepción de la corrupción, así como que tanto consideran que es algo normal dentro de la sociedad en la que habitan.
Al analizar los resultados, se descubrió que ciertos grupos de inmigrantes tenían una tendencia más marcada a la corrupción que otros o que los completamente originarios de los Estados Unidos.
Así pues, el estudio, que pone en duda las prácticas establecidas, concluyó que la corrupción existe en si misma, independientemente de factores como el orden constitucional, los procedimientos judiciales o electorales, según el portal RT.
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