Acabamos de presenciar el último informe de gobierno del alcalde saliente Eduardo Olmos Castro. Dentro de lo que presentó hubo dos rubros importantes: El primero que mencionó, fue el de su aportación a la seguridad de los ciudadanos de Torreón. Afirmando que de no haber hecho una depuración de la Policía Municipal y solicitar la intervención de las fuerzas castrenses, no estaría hoy la ciudad en condiciones de gobernabilidad.
Dentro de las acciones de las que hace mención para fundamentar su estrategia, habla de un dormitorio construido para cien agentes que hacen la función de acción inmediata ante cualquier contingencia de seguridad local, el segundo un departamento de policía canina, llamado el K-9. Además de hacer mención de los más de 150 vehículos adquiridos para las funciones de vigilancia y algunos otros accesorios de seguridad, entre los que destacan los uniformes y un área de entrenamiento virtual de tiro, en el cual los agentes pueden darle seguimiento a su entrenamiento, sin dejar pasar paralelamente el cierre de los casinos.
El segundo rubro y en convivencia con el Gobierno del Estado de Coahuila, ahora representado por el C. Rubén Moreira Valdés, en la construcción del edificio de la Presidencia de Torreón, que alojará todas las dependencias según citó el mismo alcalde. "Costó un gran esfuerzo de modernización, sin embargo, era necesario dar el siguiente paso".
Cuando tocó el tiempo de que hablara el gobernador, aplaudió y reconoció el trabajo hecho por su alcalde, al cual elogió por haber dejado de lado su popularidad en busca de trabajar de raíz en y sin compromisos por un gobierno que en el futuro será reconocido, afirmó. Asimismo, hizo alusión al alcalde electo Miguel Ángel Riquelme al hacer público el compromiso de responsabilidad que debe de tomar para dar seguimiento a lo ya logrado.
Y ahora, seguimos nosotros, no como evaluadores, sino como testigos oculares de un gobierno, el cual "si no quedó a deber en materia de seguridad contra la delincuencia organizada, como mencionara, sí quedó a deber mayor arrojo y frente a los ciudadanos que tantas veces hicieron de las costumbres y leyes un papalote que se pasaron por el arco del triunfo". Las cuales llegaron a aparecer acuerdos de café. Cito más explícitamente las tantas vialidades cerradas, de las cuales prefirieron hacerse de la "vista gorda" para no tocar temas difíciles que expusieran más a la administración, a los funcionarios a veces secuaces de intereses muy, pero muy particulares.
A los recursos entregados a destiempo a ONG'S que poco pueden hacer para no perder, aunque sea un poco de las dádivas, entre otras tantas situaciones civiles que por espacio de caracteres no se pueden desarrollar. Sólo queda esperar que la siguiente administración sepa recoger los frutos a tiempo de lo que ya se ha iniciado, y no finalice lo costeado por sus ciudadanos como meros espejismos.
Termino con la siguiente máxima: "México no quiere aventuras políticas, no quiere saltos al vacío, no quiere retrocesos a esquemas que ya estuvieron en el poder y probaron ser ineficaces. México requiere democracia, pero rechaza su perversión que es la demagogia". Luis Donaldo Colosio.
Twitter: @018_edgar
Correo: edgaralejandrogonzalezjimenez@yahoo.com.mx
