El hambre en México no es sólo una consecuencia de la escasez de alimentos, sino que es el resultado de una desigualdad redistributiva existente en el país, manifestó el investigador Carlos Cortés Ruiz, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
De acuerdo con un informe del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), de noviembre pasado, 22 millones de mexicanos, esto es 19.4 por ciento de la población total, tienen un ingreso insuficiente para tener una alimentación adecuada, lo que significa que dos de cada 10 padecen hambre.Dijo que la ONU declara que el derecho a la alimentación es una garantía humana fundamental.