Cuestionamiento. Los recursos destinados a la Sagarpa se incrementaron en los seis años recientes, lo que no se reflejó en resultados.
Después del estancamiento en que dejó sumido al campo la reciente administra-ción panista, los campesinos esperan del nuevo gobierno federal políticas más acertadas para que el sector agroalimentario sea viable en lo económico, socialmente responsable y ambientalmente sustentable, destacó Roberto Delgado Gallegos, consultor de mercados agrícolas
"Es lamentable que la producción agropecuaria haya disminuido en el sexenio anterior y el PIB agropecuario tan sólo haya crecido 1.2 por ciento en promedio, el menor nivel de las últimas tres administraciones y por debajo del crecimiento de la economía, de 1.9 por ciento", precisó.
El ex servidor público del sector agrícola, subrayó que el balance reciente es negativo a pesar de que en los últimos seis años el presupuesto para el Programa Especial Concurrente (PEC) se incrementó en 60 por ciento en términos reales, al pasar de 176 mil millones de pesos en 2007 a 305 mil millones en 2012.
Al mismo tiempo, apuntó, los recursos destinados a la Secretaria de Agricultura (Sagarpa) también se incrementaron en el mismo periodo, de 58 mil 385 millones a 73 mil 882 millones de pesos, es decir 26.5 por ciento, de acuerdo con cifras oficiales.
"La producción de alimentos, principalmente la de granos básicos, fue de 34 millones 158 mil toneladas al inicio de la anterior administración y se estima que al cierre del 2012 llegó a los 35 millones de toneladas, lo que muestra prácticamente un estancamiento", cuestionó.
Otro problema sin resolver es la pobreza en el campo en donde de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en 2010, la población rural era de 24.3 millones de personas, de las cuales el 61 por ciento -poco más de 12 millones- estaban en pobreza de patrimonio y 32 por ciento, unos 6.3 millones de personas en pobreza alimentaria, describió.
Además, seguimos con el problema de la dependencia alimentaria, ya que las importaciones de granos como el maíz pasaron de 25.9 a 34.7; de arroz, de 70 a 79 en términos porcentuales; de trigo se elevaron de 54.8 a 62.1 por ciento y de frijol, de 8.8 a 18.1 por ciento.
El consultor expresó que la nueva administración debe apostarle a un sistema de precios que le dé viabilidad a actividad productiva y certidumbre a la comercialización, así como a la inversión en infraestructura, investigación, transferencia de tecnología y crédito accesible.