Escribir como una manera de expresión, Adela Celorio

Más allá de los premios, las publicaciones, y el reconocimiento, escribir debe ser un acto de libertad con uno mismo, que le permita comunicar emociones, dijo la escritora mexicana Adela Celorio, quien impartió un taller de creación literaria en El Siglo de Torreón.

"Siempre me encuentro con esas personas que comparten la necesidad de sacar sus sentimientos a través de la literatura, por lo que busco tratar de que salten las barreras que siempre nos impiden escribir, los mitos, eso que no los deja".

Para la autora de "Amor-didas", fue hasta hace muy poco que escribir se reconoció como un oficio, ya que anteriormente se pensaba era algo aledaño a otras profesiones, lo que ha permitido que las nuevas generaciones se decidan a caminar por el sendero de las letras.

"Es que no es fácil ser escritor, lo dice Vargas Llosa, Juan Villoro, a lo que se enfrentaron cuando tomaron la decisión, por eso cuando la gente empieza cuesta mucho trabajo, eso es una barrera, ahora es más fácil vencerla, pero no quiere decir que no esté".

Adela Celorio considera que el internet ha permitido por ejemplo revivir el género epistolar de la literatura, que ya no se usaba, ahora se escriben más cartas de amor y la gente escribe para comunicarse, hay plataformas, sobre todo las de los jóvenes, en donde se atenta con el lenguaje y otras que son el paraíso de lo superficial, pero es como todo.

"Hay que escribir porque te da placer, sin pensar en las publicaciones o en las regalías, lo que puede hacer un arquitecto, un artista por placer, es una necesidad, cuando yo escucho que no se publican o los concursos están amañados, siempre les digo, que mejor escriban".

Es muy interesante trabajar con los jóvenes y la gente que tiene ganas de escribir, que nomás les falta ese pequeño empujón.

La comercialización

Adela Celorio reflexionó sobre lo comercial de la literatura y la prevalencia que están teniendo en las vitrinas los libros de autoayuda. "Los editores actualmente le están apostando a este tipo de libros que dan fórmulas mágicas, y si tiene un nombre como el de los hombres aman a las cabronas, mejor". Celorio explica como fenómenos literarios son puro producto de la publicidad, más allá que de la calidad del autor.

"Es como el libro de las Cincuenta sombras de Grey, que se popularizó, sobre todo entre las señoras de 40 años o más, se hizo una moda por el marketing que le aplicaron, porque el tema ni es nuevo, ni ha sido novedoso en la literatura".

Sin embargo la escritora consideró que es bueno que la gente lea, lo que sea pero que lea, sólo que si se debe tratar de formar al público para que tenga acceso a la buena literatura.