Muy posiblemente, si usted, apreciable lector, es aficionado al futbol, al leer el título de esta columna recordó de ipso facto la decepcionante (y tal vez hasta humillante) narración del joven Rafael Carretero en la transmisión por televisión del Atlas contra América. Si desconoce de lo que está leyendo, lo invito a buscar algún video del resumen de este partido correspondiente a la jornada 4, ya que las próximas líneas serán en referencia a éste.
Este novato en crónica deportiva se convirtió ya en uno de los casos más decepcionantes en el tema, y es por esto que casi de inmediato logró ser blanco de burlas en redes sociales. Ya es casi un ritual que cada vez que haya un penal, sea cual sea el partido que se esté disputando, los usuarios del "twitter" o del "caralibro" mencionen las palabras de Carretero: "Se prepara. Está respirando. Espero que sea gol. Gol... Gol...", o incluso imágenes con edición gráfica en las que hacen alusión al videojuego de "FIFA 2014" indicando la inclusión del joven como narrador principal. Y es que, ¿Cuándo habíamos presenciado en directo un gol que no haya sido gritado o a los jugadores festejando con un silencio incómodo en una transmisión en vivo? Pánico escénico fue lo que tal vez impidió al adolescente el despliegue de sus capacidades expresivas.
Honestamente, qué ventajas tiene la televisora que posee los derechos de transmisión del Atlas al sacar una dinámica de este tipo, en las que cada penal que se marca en la polémica Liga MX sale a relucir un joven a narrarlo. Deplorable escuchar narraciones tibias, con titubeos y miedo en un partido de futbol profesional. Gracioso hasta en cierto punto en algunos casos, pero sin dejar de lado la exhibición de estos muchachos que siguen estando "verdes" al tomar el micrófono. Imagínense que en el Super Bowl del pasado Domingo se hubiera llegado a suscitar este tipo de mecánicas: "se prepara para taclear a Kevin Dyson. Está respirando. Espero lo tumbe", pues no.
Pasa este penoso caso a ser uno de los más grandes fracasos de publicidad y mercadotecnia que pudo haber sacado la televisora que ha puesto empeño en mejorar sus transmisiones con harta tecnología, y por lo visto, desafortunadamente seguiremos presenciando más de estas sucesos como telespectadores en lo que resta del torneo.
Ojalá en futuras transmisiones dejen de lado estos absurdos incidentes de hacer famoso por un minuto a nerviosos aficionados, que no hacen más que lograr épicas narraciones, y sigan gritándose los goles con verdadera inquietud, con personal capacitado para hacer vibrar (o pasar un coraje) a los televidentes que están presenciando un partido de balompié mexicano desde la comodidad de su hogar.
Mientras tanto, dejando un poco de lado el tema de estas burdas crónicas, en La Laguna se está respirando alegría, los ciudadanos de la Comarca no caben de emoción al enterarse que tendrá por lo menos un domingo de esos que le harán recordar los tiempos del Coloso de las Carolinas, de cuando los aficionados llegaban con su cojín que, al terminar los partidos, aventaban a la cancha.
Se regresa por una jornada la identidad que se construyó durante muchos años en el horario de local del Santos Laguna. Esperemos que se dé un gran ambiente en el Estadio Corona, aprovechando esta oportunidad para todos aquellos que se les imposibilita ir en horarios nocturnos.
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