Reparto de culpas. Dice diputado Anaya que estados 'abrieron la puerta a la delincuencia'.
La violencia en la Laguna es el resultado de siete años de abandono por parte de los gobiernos de Durango y Coahuila, que no han llevado inversiones ni desarrollo a la región y, por el contrario, abrieron las puertas a la delincuencia, dice el diputado federal Guillermo Anaya, presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados.
Al hablar sobre las prioridades legislativas en materia de seguridad pública, el legislador federal panista expresa su preocupación sobre la falta de detalle en torno de la estrategia de seguridad que seguirá el Gobierno federal en zonas como La Laguna, donde el operativo conjunto no dio los resultados esperados.
"Han enviado más fuerzas armadas, más federales, pero no han podido involucrar a la sociedad, que sigue con mucho temor. No hay empresarios que inviertan y otros han salido de la región por la inseguridad, por los secuestros. Necesitamos que regresen y vuelvan a invertir, y que los gobiernos promuevan el desarrollo", dice.
Anaya toma como modelo el programa Todos Somos Juárez, que en 2010 puso en marcha el Gobierno federal en la ciudad fronteriza, como una opción para recuperar La Laguna.
Al contrario de lo que ocurre en la zona lagunera, afirma, en Ciudad Juárez los gobiernos municipal, estatal y federal se involucraron y comprometieron con recursos y, lo más importante, lograron involucrar a la sociedad, lo cual no ha ocurrido en la Comarca Lagunera.
En cambio, dice, "en los últimos siete años los gobiernos de Coahuila y Durando abrieron las puertas a la delincuencia organizada, no hicieron su trabajo, incumplieron con la sociedad y hoy estamos pagando los platos rotos".
