Rio Nilo. Las violentas protestas fueron desarrolladas en el delta del Nilo, y en Port Said en el Canal de Suez, señalaron las autoridades.
Violentas protestas estallaron ayer sábado en suburbios de la capital egipcia al tiempo que activistas acusaron a la Policía de usar fuerza excesiva en dos ciudades y de atacar a los manifestantes, incluido un joven que murió aplastado por un vehículo blindado.
La violencia en las ciudades de Mansoura, en el delta del Nilo, y en Port Said, en el Canal de Suez, tuvo lugar mientras el secretario de Estado norteamericano John Kerry se reunía en El Cairo con figuras de la oposición.
Grupos liberales y seculares están indignados de que Washington los presione para que participen en elecciones parlamentarias, y consideran el apoyo estadounidense a la votación como respaldo al presidente Mohamed Morsi y a su partido Hermandad Musulmana. Por lo menos dos de los invitados dijeron que no querían reunirse con Kerry. Ambas ciudades, Mansoura y Port Said, han convocado a una campaña de desobediencia civil para derrocar a Morsi.
El ministerio del Interior, acosado por meses de protestas contra sus fuerzas, instó a los grupos políticos a contener a los manifestantes en Mansoura que irrumpieron en el viejo cuartel central de Policía el sábado por la tarde. Manifestantes y partidos de la oposición acusan a Morsi y la Hermandad de tratar de monopolizar el poder y de renegar de las promesas de reformas. También desean la enmienda de pasajes de una nueva Constitución y reclaman la formación de un gobierno más amplio.
El Departamento de Estado norteamericano dijo que Kerry conversó telefónicamente con una figura de la oposición y ganador del Premio Nobel de la Paz, Mohamed ElBaradei, que dirige el opositor Frente Nacional de Salvación. Kerry también se reunió con Amr Moussa, diplomático y figura prominente en el grupo. Kerry se entrevistará con Morsi el domingo.
Las exhortaciones a huelgas coinciden con una crisis en el suministro de diesel que ha provocado horas de espera en las gasolineras por parte de taxistas y camioneros en todo el país. La inestabilidad política ha convulsionado la economía nacional y el Gobierno lucha por contener la compra de dólares por parte de los habitantes y una declinación en las reservas de divisas extranjeras, la cual amenaza afectar la capacidad gubernamental de suministrar los subsidios con que subsisten millones de egipcios.
El Frente de Salvación de ElBaradei dice que la votación que debe comenzar el mes próximo sólo agudizará la polarización del país y que no debería haber elecciones durante el actual clima de violencia.
Desde el segundo aniversario del levantamiento egipcio a fines de enero, más de 70 personas han muerto en choques con la Policía.
