Trescientos vecinos de Alboraya, Valencia, en España, se concentraron frente al domicilio de una mujer para impedir que la Guardia Civil se llevara a sus tres hijos, a los que una sentencia judicial ordena que sean entregados a su padre para que regresen con él a México. En la imagen, una persona sostiene un teléfono y un megáfono por el cual uno de los niños se dirige a los asistentes.