Foto: LA I
Sin puertas, ni vidrios en las ventanas, el aire helado se cuela por todas partes. Los maestros improvisan con unos hules, pero no es suficiente. El viento sopla con fuerza y llega hasta el "aula".
Los niños tiemblan en ratos, pero no reniegan, lo toman con humor. "Yo no quería venir, sabía que iba a hacer mucho frío adentro también, pero mi mamá me mandó", dice Juan y luego se echan a reír.
Son alumnos de la primaria de nueva creación, ubicada en Villas Zaragoza, de Torreón, los que tienen que tolerar las inclemencias del tiempo debido a que estudian en una casa abandonada. "Estamos de paracaidistas", comenta el maestro Abel Pérez. Es el grupo de quinto grado el que ha corrido con menos fortuna pues las cuatro casas de interés social que habita el resto de los grupos, así como la unidad móvil, tienen la mayoría de los vidrios y cuentan con puertas.
Abel Pérez comenta que la esperanza que tienen es la llegada de una aula móvil que se anunció desde hace tres semanas. Sin embargo, sabe que las precarias condiciones en las que se encuentran los más de 200 alumnos de esta escuela, no mejorarán hasta que no tengan un lugar digno para estudiar.
Esperanza
Maestros dijeron que los terrenos de la escuela están a punto de liberarse, según les informaron autoridades municipales. Con los terrenos, daría inicio la construcción.
