Europa, en medio de la recesión
La banca europea pasa por un período de alta complejidad y vulnerabilidad, retroalimentada por la crisis de deuda soberana, la continua restricción del crédito y una recesión económica.
A la fecha, numerosos bancos han sido rescatados en la región, sobre todo en los países europeos de la periferia: España, Grecia e Irlanda e incluso algunos han efectuado ventas como ocurrió en Portugal con la venta del Banco Portugués de Negocios (BPN) al angoleño BIC por 40 millones de euros, y hasta nacionalizado bancos, como sucedió con el Anglo Irish Bank en Irlanda.
Las inyecciones de capital y reestructuras al sector bancario en la Zona del Euro, iniciadas con recursos propios y continuadas por apoyos otorgados del Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional, han llevado a estos países a realizar ajustes presupuestales e implementar procesos de austeridad, privatizaciones y reformas estructurales. Las reducciones de calificaciones de deuda soberana que han sufrido tanto países como bancos, encarecieron el costo del endeudamiento, intensificando la crisis en la Unión Europea.
Desde la crisis global de 2008-2009, los países de la zona euro han dotado de importantes recursos a la banca.
De 2008 a 2010, aportaron alrededor de 1.6 billones de euros como ayuda pública al sector bancario, que representa casi 13% del PIB de Europa, y a principios de marzo, las ayudas a la banca europea ascendían a 185 mil millones de euros.
Miguel Ángel Rendón Valdés, director de la licenciatura en Administración Financiera del Tecnológico de Monterrey, llamó a las medidas efectuadas "parches, pues la acumulación de la deuda está haciendo la bola de nieve más grande".
Agregó que la gravedad de la crisis bancaria y de deuda en Europa tiene efectos diversos entre naciones y ha sido más severo sobre las economías más débiles. Destacó que el caso más sonado hasta hoy es el de Grecia, donde se ha evaluado una eventual salida de la Zona del Euro; en tanto, Irlanda, Portugal, España y recientemente, Chipre se han sumado al llamado de auxilio en la Eurozona durante la crisis.
Athanasios Vamvakidis, jefe del equipo de estrategia para tipo de cambio del G-10 para Europa, de Bank of America Merrill Lynch Global Research, indicó que desde que inició la crisis en la Eurozona ha habido una retroalimentación negativa entre crisis soberana y crisis de la banca.
En entrevista dijo que al inicio de la crisis de 2008-2009, los bancos de países grandes como Alemania tuvieron dificultades, dada su larga exposición a los activos tóxicos de Estados Unidos, "pero debido a sus menores niveles de deuda soberana, fueron capaces de evitar una crisis bancaria".
En contraste, hubo casos como Grecia, Chipre y otras naciones de la periferia, que tienen vínculos importantes entre el tamaño de su banca, su nivel de deuda soberana y su capacidad fiscal.
"Escuchamos casos como el de Grecia, que tenía bancos fuertes antes de la crisis, pero que por la crisis fiscal entraron en problemas, pues tenían una elevada exposición en deuda soberana", explicó.
"También vimos la situación de Irlanda y Chipre, donde no había problemas fiscales de origen, sino que fue la crisis bancaria la que causó la crisis fiscal, dado el tamaño del sector bancario en la economía; sobre todo en la nación chipriota".
El líder de estrategia agregó que a pesar del apoyo de liquidez del Banco Central Europeo (BCE), y a pesar de algunos planes para crear una unión bancaria en la región, el vínculo entre la banca y los bonos soberanos continúa.
Agregó que en consecuencia, si los bancos tienen problemas, la garantía por los depósitos equivale a los soberanos y si éstos siguen en niveles altos, no podrán garantizar la seguridad de los depósitos.
El profesor de Finanzas del IESE Business School, Javier Santomá destacó que el Banco Central Europeo en cierta manera ha evitado quiebras en el sistema financiero europeo a través de dar recursos monetarios a los bancos que se encuentran con problemas de liquidez.
Mencionó que al momento no ha existido ningún caso de quiebra en la banca europea, sin embargo, en España se habla de cierre de bancos, pero son pequeños, que operan como cajas de ahorro.
"Lo que no veo es un futuro brillante para la banca europea para los siguientes años, habrá algunos que saldrán adelante, pero en general la banca tendrá problemas para salir de la crisis en que está.
EL CASO DE CHIPRE LEVANTA UNA ALERTA
En Chipre la discusión se ha centrado en cómo se financiarán los 7 mil millones de euros que requiere, adicionales a los 10 millones de euros que la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (troika) otorgarán para su rescate. "El problema ha sido de dónde saldrán", señaló Rendón Valdés, académico del Tec de Monterrey.
Un factor de preocupación a decir de Vamvakidis, de Bank of America, fue la sugerencia inicial y después retirada del Eurogrupo -ministros de finanzas y economía de la zona del euro, el presidente del BCE y el Comisario Europeo de asuntos económicos- de gravar los depósitos menores a 100 mil euros. Esta medida infringe la normativa comunitaria, que desde 2008 obliga a garantizar la integridad de este tipo de depósitos.
Posteriormente, se evaluó la creación de un nuevo impuesto a depósitos mayores a 100 mil euros, de 15.6% que permitiría recaudar 5 mil 800 millones de euros. No obstante, el Parlamento de Chipre rechazó la propuesta por lo que busca un plan B para negociar el rescate.
Hace unas semanas se escuchó incluso que la banca griega podría intervenir en la compra de los bancos chipriotas.
"En adelante, podría haber condonación por préstamos millonarios a políticos, sindicalistas a empresarios, que conllevaría a mayor descontento social", señaló Valdés.