El gobernador de Chihuahua, César Duarte, no asistió al concierto de Luis Miguel en una fiesta privada de Delicias, que atrajo a empresarios del Estado, pero no a políticos.
La polémica en torno al festejo para la esposa del empresario Jaime Galván Guerrero, cercano a Duarte, llevó a especular que el gobernador sería el principal invitado, pero la clase política de la entidad optó por no asistir.
El único político en la fiesta fue el alcalde electo de Chihuahua, Javier Garfio.
El concierto tuvo repercusión en medios locales y nacionales debido a que Galván Guerrero ha sido sentenciado en Estados Unidos por fraude bancario.
"Hay gente que ha mal interpretado esta fiesta, no se vale estar especulando con cosas que no son", dijo el vocalista del Conjunto Primavera, Tony Meléndez, invitado a la fiesta.
"Si (Galván) quiere darle el gusto a su esposa tiene todo el derecho de hacerlo", añadió.
El concierto empezó poco después de las 10 de la noche en la casa de Galván Guerrero. Al exterior vecinos gritaban desde sus casas, techos y en la calle. La lluvia no afectó el concierto y alrededor de la media noche terminó la presentación de "El Sol", pero la fiesta siguió con un grupo musical de Torreón.
