Los presidentes del PRI, PAN y PRD instalaron ayer una mesa para discutir la reforma política, pero arrancaron entre reclamos de los partidos de oposición contra el dirigente priista, César Camacho.
El panista Gustavo Madero abrió su participación con una crítica a gobiernos estatales del PRI, acusando a los gobernadores de intervenir en procesos electorales.
Los estados, dijo, han caído en "el autoritarismo, la opacidad y la impunidad".
Jesús Zambrano, del PRD, dijo que el país debe evitar un regreso al poder concentrado y denunció un feudalismo donde los gobernadores controlan los congresos locales y les órganos electorales".
La mesa fue instalada en el marco del Pacto por México, donde se negocia una nueva reforma política.
Camacho dijo que el Pacto ha logrado de todos los partidos y pidió que nadie "justifique su ineficacia acusando una vuelta al autoritarismo".
En referencia al PAN, el líder priista dijo que "no es bueno que quienes lograron la alternancia no encontraron la manera de ser beneficiarios de los votos".
'MADRUGAN' EL PACTO
Por otra parte, senadores del PAN y PRD se adelantaron a sus dirigencias partidistas al anunciar su propia versión de una reforma política.
Ernesto Cordero y Roberto Gil, del PAN, y Miguel Barbosa y Manuel Camacho, del PRD, dijeron que ellos realizarán sus propios foros para presentar una iniciativa al margen de la negociada dentro del Pacto por México.