Cambios. Especialistas estiman que es necesario una reestructura al Instituto Nacional de Migración, debido a las quejas que hay de extranjeros.
El Instituto Nacional de Migración necesita (INM) una reestructuración de sus funciones que se enfoque al respeto de los derechos humanos y la rendición de cuentas, afirmaron especialistas en el tema.
Fabienne Venet, directora del Instituto de Estudios y Divulgación sobre Migración (INEDIM), coincidió con la propuesta planteada por el sacerdote Alejandro Solalinde de frenar la opacidad de las acciones de la autoridad migratoria y las múltiples violaciones a los derechos humanos que se le imputan. "No tenemos una instancia con la capacidad de coordinar de manera transversal la política migratoria. Se necesita una reestructuración institucional que permita una mejor coordinación, que debe involucrar de manera mucho más directa a otras dependencias del gabinete económico y social", aseguró la experta. Venet apoyó que las funciones administrativas del INM se concentren en la Secretaría de Gobernación y las de control y seguridad de los migrantes se integren a otras instancias del Gobierno. Destacó un conflicto de intereses del INM.
"Por una parte pretenden proteger a los migrantes, pero al mismo tiempo su mandato es perseguirlos". Juan Rojas, especialista en migración y seguridad por parte del Instituto Nacional de Seguridad y Democracia (Insyde), consideró que la migración no debe ser tratada como problema de seguridad pública.
