Desalojo. La policía utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua.
El primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan dijo ayer domingo que era su "deber" ordenar a la Policía antidisturbios que desalojara a los activistas que ocupaban un parque en Estambul que se convirtió en el centro de un desafío a su gobierno, en momentos en que las autoridades seguían la ofensiva en buena parte de la ciudad reprimiendo con gas lacrimógeno a manifestantes que intentaban reagruparse.
En un discurso estridente ante cientos de miles de partidarios en el oeste de Estambul, Erdogan arremetió contra la cobertura de la prensa extranjera sobre la agitación, en medio de las críticas por la forma en que el gobierno ha manejado las protestas, que han dañado la imagen internacional de Erdogan y sacado a la luz profundas divisiones. A unos 10 kilómetros de distancia, en el centro de Estambul, la Policía antidisturbios disparó gas lacrimógeno y utilizó cañones de agua contra miles de inconformes.