Paulina Rubio, la cantante mexicana, aceptó pagar 243 mil dólares a Nicolás Vallejo-Nágera, mejor conocido como Colate, su esposo, con el fin de obtener el divorcio. Según un artículo publicado en el portal de Internet de la revista People en Español, el marido, un empresario español, le exigía un millón de dólares como "pensión alimenticia", pero al final aceptó una cantidad menor que se entregará a un ritmo de 6,750 dólares al mes durante tres años. Lo que más irrita es que este despojo se está haciendo con la bendición de los tribunales de California. Susana Dosamantes, madre de Paulina, señaló en twitter: "Cuando se puede comprar la paz, cómprenla, no tiene precio."
No le ha ido mal a Paulina, quien tendrá custodia compartida de su hijo, Andrea Nicolás, con el exmarido. A la cantante colombiana Shakira su exnovio, el empresario Antonio de la Rúa, hijo del expresidente Fernando de la Rúa de Argentina, la ha demandado por 100 millones de dólares. No sabemos todavía cuál pueda ser el resultado de este proceso, pero es muy posible que Shakira tenga que pagar algo de dinero para conjurar esta extorsión antes que enfrentar los riesgos y costos de un proceso judicial prolongado y de incierta conclusión.
María Elena Salinas, una de las más exitosas conductoras de noticias en la televisión hispana en Estados Unidos, enfrentó un juicio de divorcio con su exmarido, el también conductor estadounidense Elliott Rodríguez, en que éste le demandó una pensión alimenticia sobre la base de que él ganaba menos, "solamente" 300 mil dólares al año, mientras que ella recibía más de 2 millones.
En México la situación legal es similar, especialmente en el Distrito Federal a partir de las modificaciones al Código Civil que realizó Rosario Robles cuando era jefa de gobierno de la ciudad de México. El cambio hizo que en los matrimonios en la ciudad de México, aunque se contraigan bajo el régimen de separación de bienes, todos los ingresos y bienes sean repartidos por mitades independientemente de cuál de los cónyuges los haya ganado y en qué circunstancias.
Conozco varios casos de mujeres que, además de trabajar para mantener a sus hijos y a un marido flojo, y de realizar las tareas del hogar apoyadas no por el esposo sino por trabajadoras domésticas, terminan por ser despojadas de la mitad de sus ingresos y bienes por sus maridos en el momento de un divorcio. La ley las ha convertido en esclavas.
Las leyes se han convertido en una simple excusa para despojar a las mujeres del fruto de su trabajo. Las iniciativas fueron impulsadas originalmente con el argumento de que eran progresistas y buscaban defender los derechos de las mujeres. Muchas veces tienen, sin embargo, el efecto contrario. Las mujeres terminan por ceder a las presiones de sus maridos y aceptan divorciarse en términos que las dejan desprotegidas en lo económico. Los hombres en cambio entienden muy bien que las leyes les permiten despojar a sus esposas y exesposas de sus recursos y lo hacen con absoluta indiferencia e impunidad.
Los políticos han promovido estas leyes expoliatorias porque suponen que unas de sus funciones es quitar dinero a quienes lo tienen para dárselo a quienes carecen de él. Esta obsesión, sin embargo, no siempre ayuda a las mujeres o a los que menos tienen. Al final termina por favorecer a los más abusivos. Colate, Antonio de la Rúa y Elliott Rodríguez y muchos más simplemente aprovechan que las leyes les han dado licencia para robar el producto del trabajo de sus exmujeres.
MARICONES
Inquieta la decisión de la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de que términos como "maricón" o "puñal" no están protegidos por el derecho a la libertad de expresión. Se trata sin duda de insultos, pero mal hace una sociedad cuando empieza a sancionar el uso de palabras aunque sean descalificatorias.
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