De manera directa, los extranjeros podrán ser propietarios de terrenos en playas para uso exclusivo de vivienda sin fines comerciales, a partir de una reforma al artículo 27 constitucional que será votada en San Lázaro este martes.
Desde su promulgación en 1917, la Constitución prohíbe a los extranjeros adquirir propiedades en una franja de 50 kilómetros en los litorales, y sin embargo, ellos tienen el dominio del suelo a través de fideicomisos.
El presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, Julio César Moreno, dijo que este cambio acabará con una práctica de simulación.
Una vez que se apruebe la reforma se habrá cumplido una marca de modificación al artículo 27 constitucional, en un plazo de 20 días, a partir de la presentación de la iniciativa.
La iniciativa del cambio es del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN), presentada por Gloria Elizabeth Núñez Sánchez, Manlio Fabio Beltrones y Raúl Paz Alonso, quienes exponen que en la práctica los extranjeros son propietarios de terrenos en playa, aunque no a su nombre, sino de prestanombres o fideicomisos.
El dictamen apunta que "los extranjeros no perjudican de modo alguno la soberanía, el territorio nacional y los bienes jurídicos que tutelan el Estado". El dictamen reconoce, con los proponentes, el objetivo de la iniciativa que es "eliminar a los intermediarios: las casas inmobiliarias o constructoras que figuran como los propietarios del terreno, pero venden la construcción a extranjeros".