Labor. La comandante Águila 1, sale de su casa día tras día para desempeñar con gusto su trabajo en la DSPM.
Tiene 30 años de edad, 12 de ellos como policía. Es mujer, madre de tres hijos y tiene a su cargo a 42 elementos preventivos del escuadrón ciclista de la Dirección de Seguridad Pública Municipal. Es la comandante Águila Uno.
Desde muy temprana edad tuvo deseos de ser mujer policía y al cumplir los 18 años, ingresó a la Academia de Policía, que en ese entonces se encontraba en el interior de la Unidad Deportiva, para luego ingresar a las filas de la corporación. Ya dentro, se casó con un agente preventivo también, aunque ya está separada y se quedó con sus tres pequeños hijos, uno de nueve años, la niña de siete y el menor, de cinco años.
Los tres hijos de Águila 1 se sienten orgullosos de su mamá y la presumen con sus amiguitos, pues dicen que su mamá cuida a la gente de los malos.
Gracias a su dedicación, disciplina y esfuerzo, desde hace un año Fabiola Salinas (Águila 1), es comandante del Escuadrón Ciclista, donde comenzó como agente.
RESISTENCIAS
Bajo su mando hay 42 elementos, de los cuales 17 son mujeres y 25 hombres. Confiesa que al principio encontró cierta resistencia de algunos de sus compañeros por haber sido nombrada comandante, pues todavía a muchos hombres no les gusta que una mujer les dé órdenes, pero hasta el momento ha sabido manejar la situación bajo una relación de respeto mutuo.
Algunos compañeros consideran que es muy estricta, pero Águila 1 explica que así es el trabajo y hay que hacerlo como debe ser.
Los integrantes del Escuadrón Ciclista vigilan el Centro de la ciudad y algunos puntos fijos, por lo general plazas y paseos públicos, a fin de garantizar el orden y la tranquilidad.
A bordo de su patrulla, Águila 1 tiene constante comunicación con los elementos a su cargo para estar al pendiente de cualquier eventualidad.
CONFIANZA
Considera que una de las ventajas es que la mujer policía inspira más confianza entre la ciudadanía, en especial con otras mujeres.
"Creo que poco a poco estamos recuperando la confianza de la ciudadanía y la misión de todos los agentes es hacer nuestro trabajo de la mejor manera posible, con verdadera vocación".
PELIGRO LATENTE
Reconoce que siempre existe el peligro de, incluso, perder la vida en alguna eventualidad, pero forma parte del trabajo del Policía y aunque el miedo existe, lo importante es saber afrontar las situaciones que se presenten.
"Nadie puede asegurar cómo reaccionaría ante un peligro repentino, pero se va uno acostumbrando al estrés y la presión". Cuando la situación se puso peligrosa en grado extremo para los preventivos municipales, su aún esposo le pidió que se saliera y así lo hizo, pero al poco tiempo regresó a las filas de la corporación.
Recuerda que en una ocasión les reportaron que dos muchachos habían asaltado a dos estudiantes de secundaria y les quitaron sus celulares, en la calle Cepeda y avenida Matamoros, del Centro de la ciudad.
Los agentes del escuadrón ciclista fueron tras los ladrones y los alcanzaron en la calle Falcón.
"Fue muy triste ver que eran dos niños, de 13 ó 14 años, que ya andaban de ladrones, pero los tuvimos que detener y entregar a las autoridades correspondientes".
VOCACIÓN
"Éste ha sido el único trabajo que he tenido y lo hago con mucho gusto. Yo invitaría a las mujeres que sintieran vocación de servir a la sociedad como policías, para que ingresen", invita la comandante.