'El Pelón' Gutiérrez (en cuclillas) falleció ayer, en la gráfica aparece con Enrique Ganem, Guillermo Cepeda y Jesús Castañeda.
El basquetbol lagunero se vistió de luto ayer con el sensible fallecimiento de Armando Martínez Gutiérrez, mejor conocido como "El Pelón'' Gutiérrez, quien falleció por la mañana en la ciudad de León, Guanajuato. En vida jugó con el equipo Torreón Campeón e integró la Selección Laguna.
El deceso del conocido basquetbolista lagunero tuvo lugar a las 11:00 horas de ayer en esa ciudad, en donde visitaba desde hace días a su nieto Jared Muñoz Martínez, portero del equipo filial de los Esmeraldas de Tercera División.
Desde hace tiempo venía padeciendo una serie de enfermedades, que se agravaron en los últimos días, falleciendo ayer.
Armando fue uno de los basquetbolistas más destacados de la década de los sesentas en La Laguna, habiendo militado en el Torreón Campeón desde Menores hasta Primera Fuerza.
Martínez Gutiérrez tiene el récord de más puntos anotados en un partido, 81, marcados contra el equipo Íntimo Nazas, en un juego que ganó Torreón Campeón por 126 a 80 puntos al mando del entrenador Carlos Gómez de la Fuente.
En ese memorable encuentro "El Pelón'' Gutiérrez superó el récord de Jesús "El Flaco'' Castañeda, también del Torreón Campeón, que era de 76 puntos en un juego oficial. Al medio tiempo del partido contra el equipo Íntimo Nazas, Armando había anotado 58 unidades.
En el intermedio la instrucción del entrenador Gómez de la Fuente a sus jugadores fue de que le dieran la pelota a "El Pelón'' Gutiérrez para que rompiera el récord de Castañeda.
Armando fue una excepción del basquetbol, ya que era de estatura mediana, pero fue un extraordinario movedor de pelota que llamó la atención a los Harlem Globetrotters cuando visitaron Torreón en la segunda parte de la década de los años setentas y jugaron un partido amistoso contra el equipo Torreón Campeón en la cancha de la Escuela Centenario, la catedral del basquetbol.
La precisión de su tiro fue producto de la constancia y el entrenamiento, se cuenta que a diario asistía a la cancha de la Centenario de una a tres de la tarde para afinar la puntería.