DESPERTAR... ES
(Segunda parte)
Continuación…
No creo que me esté dando para hacerme sentir así..., "Mira yo sí soy bueno, en cambio tú....", no creo que lo haga para poner en evidencia mis defectos, por mis enredos, no creo que Dios me lo haya dado para eso. Y lo veo ahora a largo plazo, y me sigo esforzando, y lo veo a Él en tantas cosas tan evidentes, muy palpables, demasiado palpables diría yo.
Por eso no platico estas cosas, pues quien me conoce podría decir, -Ricardo si has recibido tanto, es señal de que has hecho muchas cosas buenas, señal que Dios te tiene un cariño especial porque eres muy bueno y porque eres muy esforzado y muy disciplinado-. Y eso no es cierto. Soy indisciplinado, poco esforzado... "soy agradecido" eso sí, y eso creo que lo hago bien, pues sé agradecer. Y que también sin angustiarme, pongo mi miseria en sus manos, o en una mano, para que en la otra Él ponga su misericordia. Porque de alguna manera, si no me reconozco yo miserable tampoco puedo disfrutar de su misericordia. Puedo decirle con humildad, tú me das, aquí estoy, gracias por todo.
Pero debo reconocer que a pesar de todo lo que me da Dios, soy rebelde y le cuestiono su poder, su bondad, a ese grado he llegado. Y Dios no ha hecho nada para retirarme su gracia..., no me la retira. Aunque yo le he dicho enojado y adolorido - ¿qué estás haciendo por este mundo que sufre?-. Pues trabajo para un orfanato en Jalisco. Y hay cada caso ahí, de niños abandonados, golpeados, vejados, maltratados. Recuerdo el caso de una niña que cuando yo estaba allá, estaba siempre detrás de mí, se tomaba de mi mano, no me soltaba, ella tenía catorce años de edad pero actitudes de una niña de seis. Me contaban que esa niña llegó al orfanato directamente del hospital. Y había llegado al hospital por los golpes que le había propinado su madre, ésta la golpeó tanto que ella tuvo que ir al hospital. Su madre la golpeaba porque la niña no accedía a los deseos de uno de sus clientes, de no querer complacerlos de manera sexual.
La mujer recibía a estos clientes en su casa, y uno le decía, -yo ya no quiero contigo, yo quiero con tu hija-. La madre le hablaba, y la niña le decía, -no mamá, a mí no por favor a mí me duele mucho, y entonces la mujer golpeaba a esta hija hasta que la dejaba desmayada, y en esas condiciones se la ofrecía a su cliente.
Yo no le creía a la niña, le decía -no seas mentirosa, cómo va a ser cierto eso-, entonces fui con la directora del orfanato y me dijo que sí, efectivamente eso había pasado, y veía su expediente, y me decía a mí mismo... pobre niña qué no habrás vivido tú.
A un hermanito de ella, lo habían rescatado las vecinas también, porque la madre ya estaba a punto de matarlo, ya había matado al hermanito más grande al aventarle una plancha en la cabeza. Cuando ya iba sobre el más chico, fue cuando intervinieron los vecinos y lo salvaron. Cargué al niño chiquitito, yo creí que tenía dos meses pero realmente tenía ocho, pues estaba desnutrido. Lo llevé frente a un crucifijo y le grité muy fuerte a Dios... le dije, -...tú estás muy a gusto en tu gloria..., tú estás muy a gusto donde estás... pero dime ¿qué estás haciendo por este bebé?,... dime qué estás haciendo por él…? ¿Y éste qué te hizo?
Entonces, a mí no me valía ninguna razón, ninguna excusa. Yo le decía, a quién vas a culpar. Yo que he merecido cosas más duras por mis actos. Sólo he recibido favores y bien de la gente. Y este niño que es un bebé, que es inocente, sólo ha recibido, dolor, rechazo, maltrato... en un ambiente agresivo, de asesinatos, de violaciones,... maltrato..., le reclamé... y ¡le grité! Al Dios que me ha dado todo. Es por esta razón que yo les puedo decir que Dios me ha dado muchas cosas, pero no les puedo decir, sigan mi ejemplo, porque yo no creo ser un ejemplo para nadie. A lo mejor mi vida es un ejemplo de la misericordia de Dios para mí, pero sigue siendo un montón de preguntas sin respuestas. Yo conozco muchos casos de personas, de familias, que se esfuerzan por vivir bien, por vivir mejor, por darles gusto a los demás, y sin embargo hay tantas situaciones que no pueden resolver por sí mismas.
Es por esto que tanto Germán como yo, nos dedicamos a trabajar en las empresas, universidades y en la sociedad en general, con todas estas personas que buscan una calidad total en sus empresas o respuestas en sus vidas, pero que tienen que ser resueltas esas conductas de toda la vida desde nuestra propia infancia y de manera muy profunda, y que tienen su repercusión en la empresa, en nuestras propias familias, en la sociedad y que cuando esto sucede pueden ir equilibrándose los ambientes. Entonces cuando las personas pueden resolver este tipo de problemas en ellos, se resuelve su vida individual, familiar o empresarial y pueden en ese sentido encontrar libertad y felicidad, a través precisamente del amor. Continuará…
"La esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor. Y lo bueno nunca muere. Estaré deseando que estas palabras te encuentren, y te encuentren bien". Más de trescientas mil personas lo han vivido ya, lleva esta experiencia de amor y unidad a los tuyos, en tu empresa, en tu comunidad, "Familia Sirviendo a la Vida".
Espero que estas palabras nos permitan sentirlas a la luz de nuestras familias, pues decía Jesús, "No me digas que me amas, dime cómo vives". "La familia que reza unida, permanece unida". Iniciativa laguna un proyecto de valor y de valores para los laguneros y el mundo!!! Estamos como siempre a sus órdenes en la dirección electrónica: despertar_es@live.com. Lo invito a visitar mi blog en donde encontrará más de 250 artículos de su interés: www.familia.blogsiglo.com