"La esperanza es algo bueno… TAL VEZ LO MEJOR!!!" (Décima parte)
Continuación…
Hasta el día que partieron mis padres fue un día de fiesta, cuando partió papá, en la funeraria fue una velada en la que se reunieron sus amigos, la gente que compartimos con él la alegría de vivir, se cantó, se platicó, se vivió una fiesta verdadera en presencia de él. En los últimos días de mi madre, recuerdo que llegó Germán un día al hospital y nos pusimos a orar por ella, y luego con esa dulce voz chispeante me decía, "Riky, dame una galleta", pero mamá, los médicos no lo permiten. Riky una galleta por favor, y me hizo ir en ese momento a la cocina para que trajeran en un platito con cinco galletas marías, mismas que le di y se comió con la misma alegría con que vivió su vida. Al acabárselas me decía nuevamente ¡Riky más galletas!, pero mamá ya fueron suficientes, no hay más, ¡Riky más galletas!, ahora voy por más mamá, ¡Riky, menos palabras y más acción! Así era mi madre, alegre y de cada momento te enseñaba lecciones de amor y positivismo, de no planear sino de hacer las cosas. En una ocasión estando en el hospital y después de una intervención muy dolorosa en su pierna, de manera inconsciente se quejaba del dolor que seguramente la atormentaba, cuando se dio cuenta que estaba ya avanzada la noche y que turbaba con su lamento el silencio de la habitación, se disculpó por ello conmigo, -y me dijo- no lo puedo evitar hijo. No te preocupes mamá. Es un acto reflejo que no puedo evitar y a mí me da lo mismo sacar ese aire en forma de dolor o en forma de notas musicales y entonces se puso a cantar, nos pusimos a cantar, fue una de las últimas lecciones que mi madre me enseñó sobre la vida, que si la vida te da limones, hay que hacer limonada y disfrutarla. El día que partió, el día que mi padre vino por ella y que Dios seguramente la llevó a su lado, estando en la casa y esperando que el último momento llegara, me puse a tocar en el piano aquella canción que tanto le gustaba y con esas notas que tanto disfrutaba se fue, dejando en su cara una expresión de satisfacción, de satisfacción de haber cumplido con la vida, con su familia, con la gente que la conoció y aquéllos incluso que se encontraron con ella en la vida aunque sea por un instante. Quisiera terminar estas palabras haciendo un homenaje a todos los papás y mamás que son el sustento de la sociedad, de las familias a través de lo que de corazón... les escribí un día a mis padres y que son las grandes bendiciones con que Dios me sigue favorecido.
Mi viejo amigo, llave de mil puertas: ¿A quién creíste que engañabas cuando depositaron las últimas flores sobre tu tumba? Entre cuerdas de guitarra y aplausos entusiastas, tus hijos y tus amigos entonamos aquella mañana un adiós muy sentido pero muy poco convencido. Ninguno creía verdaderamente que te hubieras ido... La sonrisa de Don Roque el zapatero; el rostro radiante de los dueños de la panadería de la esquina; las palabras sencillas en la voz quebrada de tus amigos que te sobrevivieron, parecían todos ellos seguir festejando los días posteriores a la Navidad y tan próximos ya al Año Nuevo. Tu muerte fue un aplauso, un himno, un abrazo. Un amanecer violeta de diciembre iluminó el lápiz labial que dejó tu esposa como beso de buenas noches en tu frente, ahora, al parecer, sin vida. De no haber sido por el piano que reclamaba tus manos fuertes y cariñosas, por tu sillón ahora vacío, por las fiestas llenas de globos pero ausentes de tus chistes, no nos habría asaltado la duda de que verdaderamente te habías ido. Hoy hacen ya varios años que he querido dejarte partir pero la calidez de tu abrazo, tu ingenio para unirnos, tus anécdotas en los talleres del Ferrocarril, la verticalidad en tus juicios y la devoción que tuviste para mi mamá se empeñan en quedarse aquí. Y es inútil despedirte porque no te fuiste... Porque no te vas... Porque estás decidido a nunca partir... Papá. Con profundo amor, tu hijo Ricardo.
MUCHOS DÍAS DE ÉSTOS Mamá: ¿Cómo reclamarte tantos días sin sentirme culpable? De tu mundo color de rosa. Enamorada y al lado de un hombre forjado entre las máquinas, emprendiste, no sé si lo meditaste, la tarea de alcanzar una talla humana más allá, muchas veces más allá del promedio que yo conozco. Guardaste silencio cuando muy bien te pudiste haber quejado: "No hay dinero", "tenemos ocho años de casados y no tenemos hijos", "este vestido ya lo he modificado seis o siete veces", "tenemos que irnos a lugares inhóspitos por una miseria de sueldo..." Hubiera sido muy válido... Sin embargo, preferiste convertir en un canto alegre tu despertar junto a los montones de ropa para planchar, en un canto valiente tu salir a buscar trabajo y en canto de cuna tu compañía, tus tés, tus fomentos para tus hijos en cama. Tu vida fue un poema cantado en torno a una palabra. Tu palabra preferida que fue también tu filosofía: "VAMOS". Y "vamos" es; vamos a pasear, vamos a aprender, vamos a convivir. Siempre has dicho que "vamos" implica una meta, un camino y una compañía. Y así es tu vida, llena de sabiduría porque has elegido un "a donde", un "como" y un "con quien"... y nunca te he visto defraudada. Recuerdo cuando buscando en el ropero unas fotos descubrimos una boleta tuya de calificaciones de sexto de primaria y sólo vimos "seises". Te reíste despreocupada al verte descubierta... No me importa, mamá. Hay gente que pasa su vida aprendiendo y no aprende a vivir. Tú aprendiste de la vida y la vida te puso un "diez" de amor y alegría. Lo que te reclamo, mamá es ¿por qué nunca te quejaste? Así habría aprendido a ser asertivo y manifestar mis molestias. ¿Por qué fuiste tan valiente? Así no tendría vergüenza de acobardarme; ¿Por qué no me enseñaste que las personas que se aman también pueden enojarse? Así podría aclarar mis diferencias con las personas que amo; ¿Por qué no me enseñaste que en el mundo existían personas malintencionadas? Así hubiera sido prudente. Pero ¿cómo reclamarte sin sentirme culpable? Es más ¿cómo reclamarte el no haber aprendido tu categoría moral? Viviste todos tus días de risas cristalinas, de notas de piano, Chopin, Beethoven, de voces de ópera, Verdi, Puccini, de ratitos frente a la tele, de tus amigas que te cuentan chistes, de los abrazos y el cariño de tu esposo, de la gratitud de tus hijos, del azul de la tarde, de tu enervante recorrido por Sudamérica, de tus clases de tejido, de Blanca Inés, de las Chapa, de las Anchondo, del saludo sincero y afectuoso de tus vecinas, del grato y perfumado recuerdo de tus amigas que se te adelantaron. Mamá, a tu lado viví y recordaré MUCHOS DÍAS DE ÉSTOS. Con profundo amor y un beso, agradeciendo a Dios por todo lo que me ha dado en la vida, tu hijo Ricardo. Continuará…
"La esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor. Y lo bueno nunca muere. Estaré deseando que estas palabras te encuentren, y te encuentren bien". Más de trescientas mil personas lo han vivido ya, lleva esta experiencia de amor y unidad a los tuyos, en tu empresa, en tu comunidad, "Familia Sirviendo a la Vida".
Espero que estas palabras nos permitan sentirlas a la luz de nuestras familias, pues decía Jesús, "No me digas que me amas, dime cómo vives". "La familia que reza unida, permanece unida". Iniciativa laguna un proyecto de valor y de valores para los laguneros y el mundo!!! Estamos como siempre a sus órdenes en la dirección electrónica: despertar_es@live.com. Lo invito a visitar mi blog en donde encontrará más de 250 artículos de su interés:
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