"La esperanza es algo bueno… ¡TAL VEZ LO MEJOR!"
(Décima tercera parte)
Continuación…
Salen corriendo los sospechosos y todos detrás de ellos unos a pie y otros van por las patrullas, la carrera es cansada y con obstáculos, pero al llegar a una calle uno de los sospechosos se topa con una de las patrullas y choca con ella, sin embargo sigue corriendo y se hace el cambio de los oficiales el que venía en la patrulla continúa la persecución a pie y el otro toma la patrulla. Mientras Carlos va tras el segundo sospechoso y da instrucciones a su compañero para que intercepte en las calles que le indica, sin embargo su compañero no sabe las calles y se encuentra perdido, no hay efectividad en el trabajo de equipo. Parece que los sospechosos han perdido a los oficiales y se esconden en las inmediaciones de una finca. Tratan de esconder lo que traen consigo bajo unos ladrillos, pero en eso aparece uno de los oficiales y lo arresta encontrando también la evidencia. Informa de su posición y en unos instantes llegan las unidades. El segundo sospechoso al sentir que ya no es perseguido sale de su escondite y empieza nuevamente a correr, pero la segunda unidad lo ve por la calle y entonces lo aprenden. Ya las unidades con los sospechosos asegurados Germán de dice a Carlos -buena carrera viejo- y éste responde - voy a quedarme sin aire, ya me estoy poniendo viejo. Roberto expresa - no nos pagan lo suficiente deberían darnos una compensación por atraparlos a pie. Carlos le dice a su compañero novato - escucha tienes que aprenderte las calles voy a necesitarte- no volverá a pasar.
En otro escenario aparece José, un padre de familia muy responsable que está trabajando en una construcción. Está checando algunos planos cuando un compañero le dice - José el jefe quiere verte-. Éste se queda un momento sin aliento como teniendo un mal presentimiento.
Mientras tanto en casa de José su esposa Magali le llama la atención a sus hijos que corren por la casa - Isabel, Marcos ya estense en paz y recojan sus juguetes debo hacer la comida-. Isabel dice, -no quiero arroz con frijoles- mejor vete a tu cuarto y lo pensaré. Abre el refrigerador y se da cuenta que sólo hay arroz con frijoles y se dispone a prepararlos. En eso está, cuando de repente entra su esposo José, y ella le cuestiona, - ¿qué haces aquí?- ¿Por qué no estás trabajando?-. José da un suspiro largo y profundo antes de decir; -me echaron- ¿Qué? ¿Por qué? Dice ella. -Fui el último en contratar y no tienen dinero-. ¿Por qué no llamaste? Podría hablar con ellos. Tenemos dos bocas que alimentar. -Quise decírselos, pero no me escucharon-. Tenemos una renta que pagar de cuatro mil pesos. Lo único que tengo para comer es arroz y frijoles y Marco necesita zapatos. -Intenté decírselos Magali, lo intente-. Se quedan un momento en silencio. José se incorpora, saca un sobre y lo deja sobre la mesa. -Son tres mil pesos, cómprales lo que puedas. Yo iré a buscar trabajo.- José, espera. No quise reaccionar así. Llévate el auto, nosotros caminaremos a la tienda. - ¿Yo en auto y mi familia a pie? Magali, le pedí ayuda a Dios, me ayudará a encontrarlo. ¿Tienes algo para comer?- Una tortilla… se la da y José sale de su casa para buscar trabajo.
En casa del oficial Carlos, su hija Ma. Fernanda le dice a su mamá. ¿Le puedes decir a Andrés que salga de mi habitación? Está tomando todas mis cosas. -No la estoy molestando dice Andrés- claro que sí!!! La mamá se acerca y le dice a su hijo. Andrés te dije hace cinco minutos que te cepillaras los dientes y te fueras a dormir. ¿Debo llamar al señor ratón? -No mamá- bueno moviéndose en otra dirección… rápido, rápido, rápido.
Entonces la mamá le dice a Ma. Fernanda - no te pasarás toda la noche platicando con ese muchacho en internet-. Mamá!!! -Si está interesado en ti tenemos que conocerlo antes de que ni siquiera empieces a sentir algo por él.
Carlos entra en escena y cuestiona. ¿De qué muchacho están hablando? Adriana su esposa le responde. -Otro muchacho de pantalones raros que está interesado en Ma. Fernanda, pero esta vez tiene diecisiete. Mamá, ¿dónde está el problema? Es un problema cuando tienes quince.
Carlos le cuestiona a su hija, - ¿lo conociste en la escuela?-. Sí él es amable y su abuela va a San Isidro. -¿Él también va a San Isidro?- Creo que sí, cuando lo lleva. - ¿Y sus padres no van?- Él vive con su abuela. -¿Te invitó a salir? Sí!!! -Ma. Fernanda, creo que ya hablamos de eso. No puedes salir con nadie hasta que hablen conmigo, y yo no quiero que lo hagan hasta que tengas diecisiete-. Ni siquiera es una cita, sólo me invitó a pasear. -Si un chico te pide que lo acompañes a algún lugar, eso es una cita-. Continuará…
"La esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor. Y lo bueno nunca muere. Estaré deseando que estas palabras te encuentren, y te encuentren bien".
Espero que estas palabras nos permitan sentirlas a la luz de nuestras familias, pues decía Jesús, "No me digas que me amas, dime cómo vives". "La familia que reza unida, permanece unida". Iniciativa laguna un proyecto de valor y de valores para los laguneros y el mundo!!! Estamos como siempre a sus órdenes en la dirección electrónica: despertar_es@live.com. Lo invito a visitar mi blog en donde encontrará más de 250 artículos de su interés: www.familia.blogsiglo.com
