"La esperanza es algo bueno… ¡TAL VEZ LO MEJOR!"
(Décima quinta parte)
Continuación…
José hablando por teléfono dice -Sí señor. Podría ir hoy. Genial. Muchas, muchas gracias. Iré lo antes posible. Adiós-. Cuelga y se dirige a su habitación. Se pone las botas y su esposa Magaly le cuestiona - ¿Con quién hablabas?- Conseguí un trabajo, debo irme ahora. Están construyendo una oficina nueva y necesitan gente. -Gracias a Dios, José. La renta vence el viernes y debemos pagarla. Te diría que te lleves el auto, pero el tanque está vacío-. No me importa caminar cuando recibo buenas noticias. Magaly, te lo dije. Dios me enviaría un trabajo. La ve a los ojos y le da un beso en la frente. Nos vemos cielo. -Que Dios te acompañe. Te amo-.
En la construcción, hay mucha actividad. -Necesito mover este bloque para allá, ¿me entienden? Sí señor. Muy bien, ¿Qué esperamos? Vamos-. José se acerca y cuestiona al supervisor. ¿Señor, es usted Toño? -Sí-. Me llamo José y me mandaron con usted por lo del empleo. -Acabo de contratar a tres hombres. Lo siento, no puedo hacer nada por ti-. Puedo hacer cualquier cosa, señor. Trabajo la madera, ladrillos, yeso. -Ya te dije que tengo lo que necesitaba, de acuerdo. A menos que alguien renuncie, no te necesito-. Da la media vuelta y se retira de la escena. José se queda viendo cómo se va y con la moral muy baja.
Se va caminando muy triste por aquella colonia residencial y en sus adentros habla con Dios: "No entiendo Señor, intento hacer lo mejor para ofrecer lo necesario a mi familia y necesito tu ayuda. Pero no lo haces. Le he dicho a mi familia que tú ibas ayudarme. Que ibas a proveer. ¿Qué les digo? ¿Qué vamos a perder la casa? -Levanta las manos y mirando al cielo dice- ¿Qué quieres qué haga?". Baja la vista y lleva las manos a la cabeza desesperado y sollozando.
En ese momento se escucha una voz. -Oye, José-. Éste levanta la vista y voltea hacia donde viene ésta. Ahí está Germán quien le cuestiona. -¿Qué haces?- desconcertado José voltea, pues no cree que le están hablando a él. -No te pago mil quinientos para que te quedes parado en la calle. Vamos- José desconcertado se acerca al jardín donde se encuentra Germán con un banco de trabajo y herramientas. En ese momento se acerca Lorena, su esposa y le dice: Germán, sé amable. -Mira, llega tarde y se queda parado allí-. No lo conoces y necesita tu ayuda, empieza con el pie derecho, ¿está bien? -De acuerdo-. Camina, y sale al encuentro de José. - ¿José, verdad?- Sí señor. -Soy Germán, no quise gritarte, debí haber salido a hablarte. Mira, mi esposa Lorena-. Hola, dice ella. Encantada. José, gusto en conocerte. Te traeré un poco de agua.
José no puede salir del asombro. Apenas había hablado con Dios y éste ya estaba actuando. Germán le dice: -Ven, mira. Aquí tengo los planos de las modificaciones que haremos. Esto es un desastre. ¿Trajiste tus herramientas?-. Sorprendido José, se le queda mirando y responde: No. -Está bien, las compartiremos. No quiero ponerte en aprietos, pero, ¿tienes licencia de trabajo?-. Sí, claro. -Ven, te mostraré lo que haremos-.
Magaly, esposa de José, se encuentra en casa con sus hijos, Marcos e Isabel, y les está leyendo: "Él le mostró sus ojos azules y su cabello rubio y ondulado. Dibujó en su rostro una sonrisa bella y endiablada". En eso se oye la puerta que se abre. José, ¿eres tú? -Sí, soy yo-. Niños, papi. Salen corriendo los dos al encuentro de José, Magaly va detrás de ellos. -¿Cómo están mis hermosos niños? ¿Se portaron bien? Responden: Sí. Estamos leyendo una historia, una historia. - De acuerdo, dejen que papi se lave las manos y coma-. Vamos niños, vayan a la cama y dejen comer a papá. Cepíllense los dientes. José, cansado se sienta. Magaly le da un masajito en los hombros y le besa la cabeza y le cuestiona: ¿Y bien, cómo te fue hoy? -Fue horrible. Después genial-. ¿Qué quieres decir con eso? -Fui a ese trabajo esta mañana, y dijeron que no me necesitaban. Ya estaba ocupado- ¿Dónde estuviste todo el día? - Ese es el punto. Regresaba a casa, preguntándole a Dios qué quería qué hiciera. Y de la nada sale un tipo de su casa y me llama por mi nombre. Me pidió que lo ayudara con un trabajo que hacía en su casa. Mira-. ¿Mil quinientos pesos, hoy? -Sí-. ¿Cómo te conocía? -No tengo idea- ¿Y por qué no le preguntaste? -Tuve miedo, estaba aterrado-. ¿Volverás mañana? - A las ocho en punto- Magaly cierra los ojos y suspira. - Magaly, pocas veces siento que Dios alimenta mi fe. Pero hoy fue una de esas veces. Me sentí tan bien trabajando duro-. José, sé que Dios te ama. Te escucha porque lo honras. Y lo único que quiero ahora es abrazarte, pero ¿hueles tan mal? -Dame unos minutos-. Mientras te calentaré la cena. Continuará…
"La esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor. Y lo bueno nunca muere. Estaré deseando que estas palabras te encuentren, y te encuentren bien".
Espero que estas palabras nos permitan sentirlas a la luz de nuestras familias, pues decía Jesús, "No me digas que me amas, dime cómo vives". "La familia que reza unida, permanece unida". Iniciativa laguna un proyecto de valor y de valores para los laguneros y el mundo!!! Estamos como siempre a sus órdenes en la dirección electrónica: despertar_es@live.com. Lo invito a visitar mi blog en donde encontrará más de 250 artículos de su interés: www.familia.blogsiglo.com