En riesgo. Decenas de personas brincaron el muro en Jardines del Carmen para llevar flores a las tumbas de sus difuntos.
Familiares de las personas sepultadas en Jardines del Carmen no soportaron ver las tumbas a través del muro que construyó la empresa en la zona prohibida del panteón y lo brincaron para dejar flores y limpiar las lápidas, ignorando las recomendaciones de Protección Civil y bomberos, mientras que otros dejaron las ofrendas al pie de la barda y lloraron a sus finados desde lejos.
LLEGAN TEMPRANO
La misa se realiza a las 8:30 de la mañana en el exterior del cementerio, entre cintas rojas de advertencia permanecieron de pie las cerca de 50 personas que acudieron, pues no se acondicionaron sillas ni una mesa para apoyar al sacerdote con la ofrenda. Les rodean elementos del Cuerpo de Bomberos, Protección Civil y la Policía Municipal.
El Padre entra al panteón para bendecir las distintas zonas, la gente se amotina detrás para ingresar por la pequeña puerta. Ha pasado un año y dos meses desde la última vez que pudieron visitar a sus difuntos y por fin podrían volver a limpiar sus tumbas, colocarles flores, rezar. Pero no hay acceso a todo el cementerio. Una cuarta parte sigue cerrada y ahora le rodea un muro.
La gente avanza junto al muro, observan a lo lejos las tumbas, que se pierden entre la hierba, que debido a la humedad ha crecido considerablemente. Cargan tinas, escobas, flores, algunos adornos. Se sientan en las tumbas cercanas, se asoman a través de la barda, lloran a lo lejos.
"¿El muro de Berlín?", dice un hombre a su esposa, quien deja las flores al pie de la barda, "¿creen que con eso vamos a estar conformes?".
A lo lejos una mujer discute con elementos de Protección Civil, que le insisten en no brincar la barda. Ella explica que pagó más de 38 mil pesos por su terreno, para que su hijo descansara en paz, y que ahora no podía siquiera verlo.
"El terreno es mío y yo no di mi autorización para que echaran una barda", dice la mujer, y explica que ella tiene una demanda contra Gayosso por esta situación, pero los representantes de la empresa no se han presentado a ninguna de las audiencias y sólo demoran el proceso, "durante dos años que veníamos, sacábamos agua de las tumbas, ¿para qué se hacen? Este no es un problema de ahorita, hay agua en las tumbas desde hace años, nunca le pusieron atención".
La humedad es evidente en todo el panteón. Aun en las zonas donde se permite caminar, la tierra luce fresca, al igual que la barda exterior de Jardines del Carmen. En la zona prohibida, cada vez hay más personas que han brincado la barda, al grado que Protección Civil opta por indicarles los caminos más seguros.
Amada Olguín viene a ver a sus padres y se sorprendió al encontrar el muro.
"Costó tanto sacrificio comprar un terreno aquí, por tener un buen lugar para descansar en paz, esto no es justo, es una tristeza", dice la señora, y sentencia: "mañana (hoy) no podrán con la gente, se hará lo que se tenga que hacer".