EL TEMA DE HOY reviste capital importancia. Se trata de un asunto que afecta a todos los mexicanos y que podría poner en riesgo la vida y la salud de millones de connacionales.
LOS DIARIOS informaron la semana pasada que la Cofepris realizó el decomiso de algunos medicamentos de los llamados "genéricos" más grande de la historia. Fue en Zapopan, Jalisco, en donde se almacenaban 166 toneladas de fármacos que no garantizaban la calidad, seguridad ni eficacia terapéutica alguna.
MUY A TIEMPO el Comisionado Mikel Arreola logró sacar del mercado 166,000 kilos de medicamentos que ya iban a llegar a sus potenciales consumidores. Resalta que tras un proceso de verificación se logró confirmar que los "genéricos" violaban la legislación sanitaria por malas prácticas de fabricación, razón por la cual se llevó a cabo el decomiso y su destrucción.
LAS EMPRESAS infractoras (tomemos debida nota) son: Medicina Lacer S.A. de C.V.; Laboratorios Farmadem, S.A. de C.V; y Material Médico de Occidente, a quienes se procedió a revocar su registro sanitario y en el futuro no podrán seguir fabricando los adulterados fármacos que, según los laboratorios sancionados, curaban padecimientos como la gastritis, colitis, presión alta, diabetes y dolor muscular. Además del decomiso y la clausura se les impuso una multa de 700 mil pesos.
EL PRESIDENTE de la Canifarma, Dagoberto Cortés, y el Comisionado de Operación Sanitaria, Álvaro Pérez Vega, destacaron que entre los medicamentos "genéricos" que elaboraban dichas empresas, se encuentran: el captopril, metoclopramida, topiramato, paracetamol, losartan, ranitidina, naproxeno y diclofenaco, entre otros.
LOS PRODUCTOS decomisados no tenían certificado de buenas prácticas de fabricación, ni garantizaban la calidad, seguridad y eficacia terapéutica, además de que los fabricantes no acreditaron el origen de la materia prima.
AUNADO A ELLO, quedó demostrado que esas empresas (en realidad verdaderos criminales) no acreditaron: tener control sobre la matería prima de los fármacos; que carecían de evidencia para demostrar la adecuada potencia del medicamento; no acreditaron la seguridad del producto para consumo humano; se descubrió que el producto a granel no tenía número de lote, control de entrada a los almacenes ni fecha de caducidad, entre otras muchas irregularidades.
SIN PRETENDER exagerar la conducta de los propietarios de esos laboratorios farmacéuticos, se trata de un actuar verdaderamente criminal, igual o peor que la del crimen organizado y por varias razones: los enfermos que hayan comprado y desgraciadamente ingerido ese tipo de medicinas, muy posiblemente hayan muerto o su tratamiento médico haya resultado totalmente ineficaz con las terribles consecuencias para la salud del paciente, más tratándose de padecimientos como la diabetes y la hipertensión arterial que pueden llevar a la muerte si no se trata con los fármacos debidos.
ESTOS SEÑORES LABORATORISTAS deben tener una mente de verdad criminal como para poder dormir tranquilamente y saludar por la mañana con un besito a su esposa e hijos, cuando saben que sus clientes-pacientes que viven esperanzados y confiados en curarse con sus fármacos están realmente ingiriendo simple yeso o talco coloreado, que los fabricantes saben perfectamente que nunca podrán sus clientes-pacientes resolver sus problemas de salud. De ahí que se trate de verdaderos delincuentes carentes del más elemental sentido humanitario.
CONSIDERANDO EL DAÑO que han hecho a cientos de miles de enfermos estos mercachifles, la multa que se les impuso resulta irrisoria. Este tipo de conductas están penadas en el Código Penal Federal. Entre algunos de los delitos cometidos se tipifica el fraude agravado por su maquinación en daño y engaño de los adquirentes de los falsos o piratas medicamentos.
¿CUÁNTOS millones de fármacos se encuentran en estos momentos a la venta en los anaqueles de las farmacias de México? ¿Cuántos enfermos están en estos momentos ingiriendo pastillas de yeso coloreadas sin real potencial curativo? ¿Cuántos millones de mexicanos se agravarán en su salud o morirán por el engaño que han sufrido con relación a sus medicamentos ingeridos?
UNA ALERTA al público para que vigilen la compra de fármacos; una felicitación a las autoridades de Cofepris y un llamado para que sigan combatiendo la conducta criminal de algunos mercachifles de fármacos, y lo más importante, que no únicamente se les multe y clausure, deberán también ser castigados en los términos del Código Penal Federal.
Comentarios gaasoc@hotmail.com