Felipe Calderón no se preocupó por los derechos humanos. Las muertes durante su gestión, y ahora las revelaciones sobre los desaparecidos, lo dicen todo. Al final de su mandato la cifra de muertos parecía detenida en 60 mil, pero con la llegada de la nueva administración algunos la sitúan en una cantidad mayor. El título mismo del reporte de Human Rights Watch (HRW) en 2011 puso de manifiesto la verdadera situación y acabó con las pretensiones triunfalistas del régimen: "Ni seguridad ni derechos: ejecuciones, desapariciones y tortura en la 'guerra' contra el narcotráfico de México".
En palabras de ese organismo la guerra iniciada por Calderón tuvo efectos "calamitosos". No logró contener a las organizaciones delictivas y generó un incremento dramático de las graves violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad. Esos abusos "exacerbaron el clima de violencia, descontrol y temor". Hoy HRW hace otra evaluación igualmente demoledora sobre la administración de Calderón. En el reporte de 2012 el organismo se concentró en el tema de los desaparecidos, con un título igualmente ominoso: "Los desaparecidos en México: el persistente costo de una crisis ignorada".
En diciembre pasado comparé los "daños colaterales" de México con los de Irak. Concluí que los 100 mil muertos de Irak eran "muertos con pedigrí", porque tenían número de registro, nombre y apellido; fecha, oficio y causa de la muerte. No se clasificaban por montones, como "los 26 de Guadalajara", los "35 de Boca del Río", o los "70 de San Fernando"; ni se enterraban en forma grosera en fosas comunes como "sicarios" o "individuos con antecedentes" (http://bit.ly/13yFjtT).
Para Calderón los muertos fueron por mucho tiempo un problema de criminales matándose entre sí; "cucarachas" (como les llamó en alguna ocasión). Un problema que era necesario eliminar para limpiar la casa. También reaccionaba mal frente al tema de los "daños colaterales", porque en su fuero interno quizá los atribuía al argumento de la fatalidad: ¡estaban en el lugar equivocado a la hora equivocada! HRW asegura que la práctica de descartar a las víctimas como "delincuentes" fue consecuencia directa del doble discurso de Calderón. Hablaba de derechos humanos, pero no reprimía ni castigaba a las fuerzas de seguridad que violaban la ley.
Hoy día HRW advierte que México es el país "con la crisis más profunda de desapariciones forzadas que se haya producido en América Latina en las últimas décadas".
Coincidiendo con el último reporte de HRW, Lía Limón, subsecretaria de Derechos Humanos de Segob, ofreció revelar una base de datos con 27 mil desaparecidos. Y este lunes la funcionaria confirmó que, sin prejuzgar los motivos de la ausencia, la lista integrada por la anterior administración incluye 26 mil 121 personas. No obstante, el excoordinador de seguridad nacional de Calderón insiste en que los desaparecidos "eran responsabilidad de los estados" y sumaban sólo 5 mil 319.
Descalifica la lista de Gobernación como "un listado", y deja abierta la puerta para incluir en la suya "secuestrados", "migrantes" y "desapariciones voluntarias".
Calderón predicaba que los derechos humanos eran "premisa central" de su estrategia, pero insistía públicamente que los abusos cometidos por militares "no eran ciertos". En diciembre de 2011 Claudia Herrera, de La Jornada, desenmascaró el doble juego. Advirtió que su anuncio de los "Siete Puntos" para la defensa de los derechos humanos se daba dos semanas después de que Calderón fuera demandado ante la Corte Penal Internacional.
A ese respecto, considero que el fiscal de La Haya pudiese descartar los motivos para justificar la "guerra" iniciada en 2006, sin información sobre los riesgos y sin que existan cuentas claras sobre los miles de muertos y desaparecidos. ¿Qué les dirá el expresidente a sus alumnos de derecho en Harvard?
http://jorgecamil.com
Analista político