Rey Momo y su 'locura'.
Río de Janeiro se sumergió en el frenesí del carnaval con la tradicional ceremonia de entrega de las llaves de la ciudad al Rey Momo, cuyo reinado de sólo cinco días tiene como único cometido impulsar la "locura" que paraliza a todo Brasil.
La fiesta movilizará a cerca de seis millones de personas, según cálculos de la Alcaldía, pero las ganas de juerga y de entregarse al sexo y la bebida contagian a todo el país, desde una megalópolis como Sao Paulo, que inició sus desfiles de escuelas de samba.