Continuará en tratamiento. El director del Ballet del Teatro Bolshói de Moscú, Serguéi Filin y su mujer, Maria Provich salieron ayer del hospital.
La trama de terror y suspenso, desatada por el ataque con ácido sulfúrico contra el director del ballet del Bolshoi, Serguéi Filin, parece acercarse a su desenlace tras sus declaraciones de que conoce al culpable.
"Confío en que pronto la sociedad tendrá respuesta a todas las preguntas", declaró Filin, después de darse ayer de alta del Hospital Clínico Número 36, donde fue sometido a tres operaciones oftalmológicas.
El pasado 18 de enero, Filin fue atacado junto a su domicilio por un desconocido que le arrojó ácido en la cara, causándole graves quemaduras en la piel y en los ojos. "Por cuanto me arrojaron el ácido desde el lado derecho, mi ojo derecho quedó más dañado y habrá que tratarlo mucho más tiempo", explicó el propio Filin en una de sus primeras entrevistas después de la agresión.
Agregó que el atacante llevaba el rostro cubierto completamente y que sólo pudo verle los ojos y aseguró que está convencido de que el agresor actuó por encargo.
Ayer, el director de la afamada compañía fue trasladado a Alemania para seguir un curso de rehabilitación en una clínica de Aachen, balneario en la frontera con Holanda y Bélgica.
"Tal vez se necesiten (más) operaciones (quirúrgicas). Lo más probable es que sean necesarias. En Alemania será sometido a una rehabilitación integral y no descarto que incluya nuevas intervenciones quirúrgicas", dijo a la agencia Interfax Vladímir Neróev, oftalmólogo jefe del Ministerio de Sanidad de Rusia.
El período de rehabilitación de Filin, adelantó, será "bastante largo".
Y agregó: "Debe armarse de paciencia y aguantar. Semejantes quemaduras tardan en curarse".
De acuerdo con datos preliminares de la Policía, la persona que atacó a Filin empleó ácido sulfúrico, lo que explica la gravedad de las lesiones.