La historia de Florence Marie Louise Cassez Crepin, incluidos los antecedentes de su captura y liberación, han provocado revuelo en la opinión pública de los mexicanos, quienes en mayoría criticamos el desenlace.
Las dudas sobre los orígenes de su detención y los porqués de su liberación, hacen revivir los sentimientos de desconfianza, mostrándonos contrariados por la liberación de la supuesta secuestradora.
La bella joven francesa, conocida en México sólo como Florence Cassez, nació en la ciudad de Lille, Francia, el 17 de noviembre de 1974 y llegó a nuestro país en 2004, al parecer invitada por su hermano.
Un año después inicia una relación romántica con Israel Vallarta, hampón detenido y sentenciado como culpable de secuestro, líder del grupo criminal "Los Zodiacos".
El diciembre de 2005, es detenida con su pareja, en un lugar denominado "Las Chinitas", en el estado de Morelos, encontrándose con ellos a tres personas secuestradas: Ezequiel Elizalde, que la acusa de darle elegir entre oreja o dedo para anestesiarlo y amputarlo; Cristina Ríos Balladares, que la señala haberla maltratado por celos; y el hijo de ésta.
Desde el primer momento, Florence, afirmó haber sido detenida un día antes, el 8 de diciembre de 2005 y no en el rancho "Las Chinitas", sino en la carretera a Cuernavaca, asegurando se trataba de un montaje para incriminarla.
El resto de la historia usted la conoce; desde el sexenio anterior, luego de varios procedimientos para tratar de alcanzar fianza y libertad, con fuerte presión del gobierno francés para que fuera liberada, finalmente logró su objetivo a los pocos días del nuevo gobierno federal, abordando de inmediato un avión que la trasladó a su patria, donde está siendo tratada como heroína y explotada publicitariamente.
Hoy, PRI y PRD, insisten, justamente, en la investigación de Genaro García Luna, responsable de la detención de Florence y de la supuesta construcción de pruebas para incriminarla.
Al parecer hubo un pésimo manejo del caso por las autoridades, violando la ley al no ponerla a disposición inmediata del Ministerio Público; no notificar en tiempo y forma su detención a la Embajada de Francia, quitándole el derecho a defensa; y violar su presunción de inocencia con el montaje de pruebas incriminatorias en su contra. Nada nuevo que nos sorprenda... ¿verdad?
Con las evidencias demostradas ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Florence, quedó libre ante la complacencia del gobierno francés, que posterior a su detención trataba de liberarla y ahora la usan como materia de promoción política, discutiendo entre ellos cuál partido logró su libertad.
En medio del espectáculo mediático, el Poder Ejecutivo, encabezado por el presidente Peña Nieto, se deslindó de la responsabilidad declarando: "Su profundo respeto al Poder Judicial", reviviendo el "sospechosismo", dejando un sabor de desengaño en muchos de nosotros, siendo el primer choque de confianza en su relación de acuerdo y cordialidad con los mexicanos.
Parece ser que se violaron los derechos individuales de la francesa; pero también existen muchas evidencias de que Florence, estaba involucrada con el citado grupo criminal, más allá de simple cuestión romántica, hasta el extremo de encontrar declarantes que afirman participó en mutilaciones de secuestrados.
Como muchos sucesos que se dan en nuestro país, muy probablemente nada se aclarará y pronto el caso quedará sepultado en el olvido. ¿O usted qué cree?
Para el "novelón" - otro de muchos- habrá que diferenciar entre el derecho legal y el derecho moral, que aún cuando debieran coincidir, por los enredos legales quedan desvinculados.
Los humanos, caso de los mexicanos, debemos someternos a lo definido por las leyes, aún cuando se dejen delitos sin castigar, como pudiera ser esta historia.
Desgraciadamente, queda el evento como un alimento más a la desesperanza que vivimos. Nos saltan a la mente muchas preguntas, entre ellas: ¿qué tan bien definida está la aplicación de la justicia, que permiten que, por vicios de integración de expedientes, queda libre una secuestradora, si acaso Florence lo es?; y dado el caso, ¿no es injusto que su pareja quede sentenciado por el mismo delito, aún cuando sabemos que es escoria social?
Al parecer sigue habiendo personas de primera y de segunda; intereses fuera de la ley por relaciones internacionales y convenios que son ocultados, manipulados por conveniencias extranjeras.
Lo muy grave, de ser ciertas las dudas que tenemos la mayor parte de los mexicanos, es el sentimiento de inferioridad que nos alimentan, porque en Francia, el caso lo manipulan políticamente como un triunfo de sus gestiones de relaciones internacionales aceptadas -¿sometidos?- por nosotros, los débiles, dejando entrever que su poder sobre México, es tan fuerte como en el pasado, cuando nos declararon la "Guerra de los Pasteles". ¿Recuerda?
Ahora le escribo que, nuestro país y nosotros los mexicanos, estamos muy por encima de eso. ¿Está de acuerdo?
ydarwich@ual.mx