Rusia acusó hoy formalmente de piratería a 14 de los 30 activistas de la organización ecologista Greenpeace, quienes trataron de abordar una plataforma de la estatal Gazprom para protestar por la perforación de pozos petrolíferos en aguas del Ártico.
Entre los 14 acusados del delito de “piratería en banda organizada” figuran la brasileña Ana Paula Alminhana Maciel, un camarógrafo británico, el ruso Roman Dolgov, el sueco-estadunidense Dmitri Litvinov y la finlandesa Sini Saarela, según la agencia Ria Novosti.
A lo largo del día, el comité de instrucción ruso irá presentando las acusaciones en la ciudad portuaria de Murmansk al resto de los 30 activistas que protestaron con el rompehielos “Arctic Sunrise” contra la explotación petrolera rusa en la región ártica.
El Comité Federal de Investigaciones de Rusia abrió contra los activistas una causa penal por piratería, que conlleva una sentencia de hasta 15 años de cárcel y una multa de 500 mil rublos (unos 15 mil 500 dólares), reportó la agencia rusa de noticias Ria Novosti.
El abogado de los activistas de Greepeace, Mijail Kreindlin, calificó los cargos de “absolutamente infundados, arbitrarios e ilegales”.
“Nuestros activistas no tenían ninguna intención de apoderarse de la propiedad de nadie. No había ningún acto criminal”, dijo el abogado.
El pasado 19 de septiembre, un grupo de activistas de Greenpeace, a bordo del barco “Arctic Sunrise”, se acercó a la plataforma de Gazprom e intentó escalarla para protestar por la perforación de pozos petrolíferos en el Ártico y crear conciencia sobre los riesgos para el medio ambiente.
Más tarde, la embarcación -con 30 activistas de 18 nacionalidades, incluidos cuatro rusos- fue detenida por guardacostas rusos y remolcada a la bahía de Kolonga, en el puerto ruso de Murmansk, para comparecer ante la justicia.
Todos los activistas arrestados están en prisión preventiva por supuestamente tratar de asaltar la plataforma petrolífera Prirazlómnaya del gigante energético Gazprom.
Los activistas proceden de Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Nueva Zelanda, Polonia, Reino Unido, República Checa, Rusia, Suecia, Turquía y Ucrania.
La semana pasada, el presidente ruso, Vladimir Putin , admitió que los activistas de Greenpeace “no son piratas”, pero destacó que con sus acciones violaron las leyes internacionales.
Gazprom planea comenzar la producción de petróleo en esa plataforma en el primer trimestre de 2014, lo que, según Greenpeace, aumenta el riesgo de que se produzca un vertido de petróleo en un área que contiene tres reservas naturales protegidas por la propia legislación rusa.