Sociedad y crimen organizado
La frase es lapidaria: “el crimen organizado es una criatura de la organización capitalista de la sociedad”; lapidaria, pero trágicamente verdadera; el crimen organizado es hijo legítimo, puede ser indeseado, pero legítimo de la sociedad burguesa, se ha gestado en sus entrañas, es carne de su carne y sangre de su sangre, para qué pues desgarrarse las vestiduras.
Los miembros de él, no vinieron de Marte convertidos en malandros, ni siquiera de otro país, a ellos los vimos nacer, crecer, sufrir, son nuestros vecinos, los hemos visto: morir; fueron a las escuelas públicas y privadas, son católicos y asisten a los servicios religiosos, cooperan generosamente para las obras pías, tienen esposas e hijos y se preocupan por darle lo mejor.
Además, dos de los valores supremos estimulados por el capitalismo es la apología que a diario se hace de los mercados y la competencia, en coherencia con ello, el mercado más grande de sustancia psicoactivas lo es Estados Unidos de Norteamérica, y la competencia para surtir ese mercado y el nuestro se ha desatado entre los cárteles mexicanos provocando una verdadera guerra.
Nada extraño. Inglaterra expedía patentes de corso en los siglos XVI y XVII a los piratas, para apoderarse del comercio marítimo; Veracruz fue ocupado y saqueado por ellos. La misma Inglaterra desató contra China las guerras del Opio, para apoderarse de los puertos Hong Kong y Shangai.
Los casos más emblemáticos de capitalismo; la primera y segunda guerras mundiales fueron verdaderas carnicerías humanas para apoderarse de los mercados de materias primas.
Si fuéramos menos hipócritas, se consideraría medida como la legalización y otras que los enterados del tema conocen, de modo que el narcotráfico y actividades afines, dejaran de ser negocio para todos los involucrados; pero esa, que es una medida viable, es imposible bajo la organización capitalista.
En una sociedad, donde la obtención de dinero (sea como sea) se convierte en la posesión del bien supremo con poder sobre las personas y las cosas, “matar a las gallinas de los huevos de oro” es una locura.
No hay salida, santa resignación, a menos que hagamos nuestra la “herejía” de pensar y actuar por construir ya otro tipo de sociedad.
Moctezuma Escobedo Hernández
Ciudadano de Torreón.
Campaña dispareja
La Procuraduría de la Defensa de la Mujer y el Instituto Mpal. de la Mujer, en Gómez Palacio, Dgo. lanzan campaña de superación de la mujer, la cual raya en la misandría al marcar al hombre como el culpable de todos sus males. Hay misóginos, pero no todos los hombres. Hay que caray.
Ignacio Allende
Ciudadano de Torreón