Plus, valor insuficiente
Se equivocan quienes atribuyen la actual crisis económica (reflejada en la falta de inversiones y desempleo) a la carencia de liderazgo empresarial, a la nula atención del gobierno estatal y municipal y al clima de inseguridad etcétera, etcétera. Esas son medidas distractoras para alejar la atención sobre las verdaderas causas de la crisis. Por eso, es necesario decir que la actual crisis económica está directamente vinculada al mismo proceso de producción capitalista, que es sobre todo un proceso de producción de plus valor, es decir, lo que no se produce con ganancia (y además con ganancia creciente) se deja de producir; tal es el principio activo y la lógica del capitalismo.
La última bonanza del capitalismo que terminó con el estallido de la crisis en 2008, contó (como ha contado desde 1825 -año en que se registro la primera crisis cíclica y recurrente del capitalismo-) con el exceso de crédito como un formidable instrumento (que siempre va por de lante de lo que se produce) para acelerar el proceso de producción y la acumulación de ganancia más allá de sus límites naturales. Por eso la crisis se presenta como financiera, porque al romperse la cadena de pagos y cobros aparece la falta de liquidez para cumplir con los compromisos pactados de antemano. Así los que se endeudaron, aprovechándose de créditos baratos durante el período de auge, después se justificaron diciendo “si éste a mí no me paga, tampoco puedo yo pagarte a ti”. Concretamente, la causa de la crisis es que el capitalismo ha producido en demasía, no sólo bienes inmediatos de consumo individual no productivo, sino bienes de capital, bienes de consumo productivo. Olvídense de los efectos de la crisis, que el sentido común los hace aparecer como sus causas. Estamos frente a una crisis periódica de superproducción de capital.
La desinversión productiva que inició en 2008, no se produjo antes por el exceso de crédito, o sea, que el crédito sólo sirvió para aplazar el estallido de la crisis y hacerla más grave. La reinversión productiva de capital poco antes de 2008, ya no respondía a las condiciones de la economía real, el plus valor obtenido por aquella reinversión productiva, con la consecuente ampliación de la producción ya no compensaba los beneficios ni aun el propio valor de los títulos expedidos en los mercados financieros.
Su desvalorización era cuestión de tiempo, porque quiérase o no, su valor estaba sustentado en la economía real. Luego por supuesto, salen muchos expertos en economía y finanzas y políticos al uso afirmando interesadamente que la crisis es de confianza y otros disparates del mismo calibre.
La verdad objetiva, objetiva porque está apoyada sobre la ciencia económica del proletariado es la siguiente: la crisis económica no es el resultado de la escasez de capital, que provoca la falta de inversión productiva y el desempleo, sino por el contrario, es la superproducción de capital, su abundancia, su plétora, la causa eficiente de la falta de inversión y empleo.
Sucede que es tan grande su volumen, que en las condiciones actuales creadas por el propio capitalismo, la obtención insuficiente de plus valor (ganancia) no compensa su inversión productiva. Nadie que se precie de ser un avezado capitalista, va a invertir, por ejemplo 1,000 pesos para obtener 10 después de la primera rotación.
Moctezuma Escobedo Hernandez.
