Estados y municipios en quiebra
Cuando una empresa quiebra, desaparece devorada por sus deudas, o es absorbida por otra más poderosa. Otra cosa, muy distinta sucede, si un país, un Estado o un municipio caen en esta situación. Aunque técnicamente estén en quiebra no se declaran en quiebra. Estas instituciones que encarnan los tres niveles de gobierno, evidentemente no desaparecen ni son absorbidas por otras instituciones políticas más poderosas, simplemente porque no las hay en el ámbito del Estado nacional. Y no desaparecen porque tienen como encargo preservar la soberanía económica y política de su clase dominante. Si digo clase dominante, me refiero a la clase de los grandes propietarios, y es obvio, (no estoy descubriendo el hilo negro) que esa clase social domina en este país. Dominio que se expresa en todos los espacios institucionales: municipales, estatales y federales, y da igual si los miembros de esa clase hegemónica este compuesta por mexicanos o extranjeros, el capital no tiene patria porque todo el mundo es suyo.
El Fobaproa, al parecer ya quedó en el pasado, aunque seguramente, en el Presupuesto de Egresos todavía se destina una millonaria cantidad de dólares, para seguir abonando a los bancos la suma que alcanzó los 70 mil millones de dólares. Aquella vez (y siempre) el cinismo y la ambición de los oligarcas no conoció límites; quebraron los bancos, y los mismos bancos prestaron dinero al Estado a altas tasas de interés (sabemos que la escasez de liquidez dispara las tasas de interés) para salvar a los bancos; en medio de la crisis el negocio no podía ser más lucrativo. La cuenta obviamente la siguen pagando los trabajadores mexicanos.
Hoy, se repite el esquema, pero no en el sector privado, sino en el sector público donde también se cuecen habas; el affaire Moreira es el más escandaloso, pero la corrupción en ese sector es tradicional y, comprende a los políticos de todos los partidos institucionalizados. Cabe una pregunta ¿A quiénes adeudan sus millonarias cifras los Estados y municipios en quiebra técnica? Efectivamente. Así es, a los bancos. El gobierno de Peña Nieto declaró, que su gobierno no rescatará a los Estados y municipios que irresponsablemente se hayan endeudado; difícilmente mantendrá su dicho cuando empiece a recibir la presión de los bancos acreedores.
En el año de 1995, la deuda privada se convirtió en deuda pública –repito- que sigue pagando la mayoría de los mexicanos. Y se convirtió porque Zedillo recibió una orden terminante de los que mandan en este país; Peña Nieto actuará de igual forma cuando reciba la suya; y de nuevo la cuenta recaerá sobre las espaldas de los trabajadores, por la vía de mayores cargas impositivas a los artículos de primera necesidad. Cargas impositivas que son base del sistema fiscal moderno.
En tiempos de bonanza económica los políticos y los grandes propietarios se retacaron los bolsillos de dinero, en cambio, en tiempos de crisis, se convierten en buenos socialistas, porque socializan las pérdidas entre todos los mexicanos de a pie. Tal es la esencia de la “democracia” que, a la luz de la ciencia se revela como una dictadura del capital.
Moctezuma Escobedo Hernández
Ciudadano de Torreón
