¿Chafeó Chuayfett?
Aquel hombre robusto hablaba de educación, como si supiera; evocando recurrentemente a Vasconcelos y a Reyes Heroles disfrutaba el uso de la palabra como el buen orador que es imprimiendo en ellas una seguridad tal que hasta pareciera cada vocablo no una frase sino toda una sentencia que ni el mismo Dios se atrevería a impugnar. Sobrio, amable, con una dicción tenazmente trabajada y sin titubeos como aquel que memoriza lo que hay que decir. Lo más impresionante de su interlocución fue la frase: “Aplicaremos la ley”, en tono amenazante y como el juez incorrupto que se somete a ello. Eran las 7:30 de la mañana y Emilo Chuayfett desplegaba sus velas el mar de audiencia del programa de noticias de Loret de Mola. Durante toda la mañana su discurso fue subiendo de tono y llegó hasta a señalar, “Aun sin la maestra Elba Esther, habrá reforma”.
Al mediodía, con Adela Micha el tono había bajado, no por el cansancio del hombre sino porque tal vez midió, hasta esa hora, la temeridad de sus palabras. Por la noche ya ni salió y su intervención se convirtió como sol en un día nublado. Eso le pasó a Josefina Vázquez Mota, a Alonso Lujambio y a muchos más que han llegado a tratar de dirigir los destinos educativos del país tan sólo con saliva. Pero suponiendo que Emilio en verdad tuviese todo el apoyo del Presidente para esa reforma aun sobre los deseos de la Maestra yo le preguntaría:
¿Cómo logrará un servicio profesional de carrera para docentes cuando por todos lados se venden exámenes de carrera magisterial, como los de residencias médicas?
Cómo detectará quiénes les dicen a los alumnos las respuestas en los exámenes ENLACE y reciben después un sobresueldo por “su buen aprovechamiento” corrompiendo su aplicación?
¿Qué hará con las instituciones acreditadas por la misma SEP para ofrecer cursos, talleres y diplomados “patito” acreditando por paga mas no por conocimientos? ¿Qué va a hacer para detectar los títulos falsos?
¿Qué hará para meter en cintura a una Coordinadora Nacional que no cree en nadie y se mofa de los reglamentos de la SEP en esos Estados donde desde el supervisor escolar es disidente del SNTE y no levanta las actas de abandono cuando lo maestros dejan a los niños sin sus clases?
¿Qué hará con el sindicato independiente de maestros en Tabasco que ni se persignan con Elba Esther ni con la Coordinadora?
¿Qué sucederá cuando se dé cuenta que el Acuerdo Nacional para la Modernización Educativa fracasó por las inercias en las entrañas de la misma SEP y la poca o nula participación de los Estados en la aportación de los recursos a que se obligaban?
¿Cuándo descongelará la iniciativa para la creación del primer grado de preescolar en las escuelas públicas?
¿Cómo someterá a los ayuntamientos del país y sus munícipes a que respeten y valoren a los consejos de participación social y no sean tan sólo firmantes de las acciones que el alcalde decide?
¿Cómo podrá lograr que los maestros tengan más facultades y libertad de cátedra en las escuelas de educación básica sin tenerlos maniatados a proyectos, planes y estrategias hechas desde un escritorio y muchas veces copiadas del extranjero?.
¿Qué va a hacer con los maestros que sí cumplen y que no pueden ir a estudiar por estar arrumbados en la sierra trabajando, o con aquellos que por falta de liquidez no pueden pagar una maestría o doctorado?
¿Qué hará con aquellos nombramientos de directivos que se han dado sin concurso ni méritos tan sólo por encabezar organizaciones sociales muchas veces esquiroles del gobierno?
¿Qué propuesta hará para homologar los sistemas de ascensos en todo el país y que éstos no queden a capricho de las comisiones mixtas en cada Estado?
¿Por qué poner de ejemplo a niños de la India o Finlandia como los mejores y no se hace nada por emparejarse a esos países empezando por el cambio del método como lo hacen algunos colegios y cuyos resultados son excelentes? Allá los políticos, Don Emilio, también son finlandeses y piensan como políticos finlandeses.
¿Qué propone para los millones de alumnos que a partir de este ciclo escolar pasarán de año tan sólo por asistir a la escuela aunque no sepan ni leer pues así lo determinó su antecesor?
¿Qué va a hacer con aquellas normales en cuyas aulas a veces se forman líderes porriles más que verdaderos maestros y que prefieren como materia optativa el purépecha rechazando el inglés?
¿Qué hará con los aviadores que cobran en las nóminas magisteriales y sirven a su partido o a otros?
¿Cuántas escuelas de tiempo completo se lograrán en el país y de todas ellas, le pregunto, cuántas tendrán los primeros lugares en desempeño académico y eficiencia terminal? Si sigue dejando fuera de la educación a los padres de familia al rato le pedirán que esas escuelas les manden a sus hijos “bañados y ya cenados”.
Por último, le aconsejo busque la historia del Prof. Bruno Martínez de Santiago Papasquiaro, Durango, vea sus resultados cuando fue secretario de educación, los más altos del país y al preguntarle la clave de su éxito dijo: “Primero renové las escuelas, luego renové los programas y lo más difícil fue... reformar a los maestros”. No los despidió.
Miguel Gerardo Rivera, Gómez Palacio, Durango.